La desesperación llegó a límites insospechados: un juez de Southampton, Inglaterra; ordenó a un joven de 24 años no llamar ni acercarse a sus padres durante 5 años.
La pareja compuesta por Paul de 60 y Coreen de 51 años, sufrió de altas cargas de estrés y crisis de ansiedad por los pedidos de Mathew Kerley, que se extendieron por unos 10 años.
En el juicio, se detallaron las estrategias que usaba para conseguir recursos. Por ejemplo, pedía dinero para comprar máquinas de afeitar para acudir a entrevistas de trabajo, pero luego su barba lucía de igual modo. Ni hablar del trabajo.
La situación llegó a tal extremo que en un solo día recibieron hasta 30 llamadas incluso durante madrugada. Increíblemente, no es la primera vez que estos padres ingleses recurren al sistema judicial para intentar controlar al hombre que trajeron al mundo.
Durante 2017 lograron que pasara 32 semanas en la cárcel bajo cargos de acoso.
Los amigos de Mathew, consigna Daily Mail, dicen que todo comenzó cuando él era un adolescente y pasó a ser dependiente de las drogas. En ese período incluso habría robado a su familia para conseguir dinero.
La abogada defensora del joven indicó que su cliente es consciente de los problemas que ha causado y que el tiempo en la cárcel lo convirtió en una mejor persona.
Traer un hijo al mundo está lejos de ser un juego.