Fue en el marco del estreno de su última película —junto a Netflix— llamada ‘El Conde’ donde el director chileno, Pablo Larraín, aseguró que la impunidad de Augusto Pinochet fue lo que lo hizo eterno y “ha roto mi país”.
El Conde es una comedia negra donde se retrata a Pinochet como un vampiro de 250 años cansado de vivir tras ser tratado de ladrón. En los roles principales, la cinta tendrá a Jaime Vadell (Tres tristes tigres, No) y Gloria Münchmeyer (La luna en el espejo, 42 días en la oscuridad) quienes interpretarán al matrimonio central de esta comedia.
Con respecto a la figura de Pinochet, Larraín señaló a Screendaily que “cuando pensaba cómo abordar su maldad, de su impunidad surgió la idea de un vampiro y de la vida eterna. 'Argentina, 1985', de Santiago Mitre, es una película sobre la justicia y cómo ese país pudo seguir adelante porque había un acuerdo nacional de que esto no volvería a suceder y que esa gente debería ir a la cárcel”.
“Nunca llevamos a Pinochet a juicio. Murió millonario y libre y esa falta de impunidad lo hizo eterno y ha roto mi país”, agregó el director.
Larraín, además, contó que trabajaron para equilibrar el humor de la película. “El humor, incluso la sátira, tiene un ritmo (...) Se trata de ritmo y silencio y de cuándo hay que hablar y, por supuesto, de las actuaciones. Creo que los no chilenos podrían conectarse más con los chistes que los chilenos, pero tratamos de mantenernos dentro de un tono que funcionara para la mayoría de las personas”.
Con respecto a la dictadura, Larraín explica que vivió “en una situación privilegiada y no estaba expuesto a ningún tipo de peligro. Solo recuerdo un país que estaba dividido por la violencia. Cuando me hice adulto entendí que la violencia provenía de la clase social en la que crecí”.