Es seguramente la expresión más utilizada en Reino Unido; ya sea por el clima o porque alguien se tropezó con él, probablemente un británico promedio habrá pedido disculpas al menos una vez en las últimas dos horas.
Un estudio reciente en el que participaron más de 1.000 británicos encontró que, de media, dicen "lo siento" cerca de ocho veces al día y que uno de cada ocho de ellos se disculpa hasta 20 veces al día.
"La buena gana de los ingleses para pedir disculpas por algo que no hicieron es increíble y se corresponde con la falta de voluntad para disculparse por algo que sí hicieron", escribió Henry Hitchings en su libro "Sorry! The English and their Manners" ("¡Lo siento! Los ingleses y sus modales").
Pero, ¿realmente los británicos se disculpan más frecuentemente que personas de otras culturas?
Y, de ser así, ¿a qué se debe esto y qué tan malo es este hábito?
Los elusivos datos
Conseguir datos sobre la frecuencia con la que la gente pide disculpas en diferentes países es más complicado de lo que parece.
"Algunos dicen que los canadienses y los británicos piden disculpas con más frecuencia que los americanos, pero es difícil estudiarlo con pruebas concluyentes", dice Karina Schumann, psicóloga en la Universidad de Pittsburgh, en EE.UU.
Un método consiste en preguntar a la gente qué harían en una situación teórica.
Por ejemplo, una reciente encuesta en YouGov de más de 1.600 británicos y 1.000 estadounidenses, reveló que hay aproximadamente 15 "lo siento" británicos por cada "lo siento" estadounidense cuando estornudan, corrigen un error o se tropiezan con alguien.
También descubrió que menos de tres cuartas partes de los participantes dirían "lo siento" por interrumpir a alguien.
Y mientras que el 84% de los británicos se disculparía por llegar tarde a una reunión, tan solo lo haría el 74% de los estadounidenses.
Haz lo que digo, no lo que hago
Pero preguntar a alguien lo que haría en una situación teórica es muy diferente a analizar cómo actúa en la vida real.
Según la encuesta, un 36% de los británicos pediría disculpas por la torpeza de otra persona, frente al 24% de los estadounidenses.
En su libro "Whatching the English" ("Observando a los ingleses"), la antropóloga social Kate Fox describe sus experimentos en los que tropezó con gente de forma deliberada en ciudades y pueblos de Inglaterra, y descubrió que cerca del 80% de las víctimas decían "lo siento", aunque no tuvieran la culpa.
Puede que incluso lo dijeran sin darse cuenta pero, en comparación con los turistas de otros países con los que tropezaba, la diferencia era notable.
"Sólo los japoneses parecían tener una actitud similar a los ingleses", escribió Fox.
"Utilizamos la expresión 'lo siento' de maneras muy diferentes", dice Edwin Battistella, experta lingüística de la Universidad del Sur de Oregón, en EE.UU., y autora de "Sorry About That: The Language of Public Apology" ("Lo siento: el lenguaje de la disculpa pública").
Y aunque los británicos digan "lo siento" más a menudo, eso no significa necesariamente que estén más arrepentidos.
"Podemos usarlo para expresar empatía, como cuando decimos 'lo siento por la lluvia'", dice Battisella.
Cortesía: negativa o positiva
Además, la sociedad británica valora que sus miembros muestren respeto sin ocupar el espacio personal de la otra persona y sin dirigir la atención hacia uno mismo, lo cual se conoce como "cortesía negativa".
Estados Unidos, por otra parte, es una sociedad de cortesía positiva, caracterizada por la amabilidad y por el deseo de sentirse parte de un grupo.
Como consecuencia, los británicos dicen a veces "lo siento" de una manera que podría parecer inapropiada para los extranjeros, incluidos los estadounidenses.
Los británicos dirán "lo siento" a un desconocido porque le pidieron información o se sentaron a su lado, y porque no decirlo significa una invasión más grande en la privacidad de un extraño.
"No creo que decir 'lo siento' todo el rato sea algo tan malo. Tiene sentido en el contexto de una cultura de cortesía negativa", dice Fox.
Y agrega: "De todas las palabras que una nación podría elegir para utilizar con tal derroche, no cabe duda de que 'lo siento' no es la peor".
Puede haber otros beneficios de decir "lo siento", como el fomento de la confianza.
En una investigación de la Escuela de Negocios de Harvard, Alison Wood Brooks y sus colegas contrataron a un actor para que interactuara con 65 extraños en una estación de tren de Estados Unidos en un día lluvioso, preguntándoles si podía pedir prestado su celular.
"Lo siento por la lluvia", decía en algunas ocasiones. Cuando lo hacía, el 47% de los extraños le daban su celular, frente al 9% que lo hacía si lo pedía prestado sin más.
Otras investigaciones lo confirmaron: la disculpa sobre el tiempo importa más que la cortesía a la hora de comenzar la frase.
"Al decir 'lo siento por la lluvia' hacemos notar una circunstancia desafortunada, expresando empatía por una circunstancia negativa, aunque esta quede fuera de nuestro control", dice Woods Brooks.
¿Un signo de debilidad?
Pero, ¿qué ocurre con aquellas circunstancias en las que somos conscientes de que le debemos unas disculpas a alguien?
¿Es mejor tragarse el orgullo y decir "lo siento" o, tal y como decía el legendario actor americano John Wayne, disculparse es un signo de debilidad?
"A la gente le preocupa que una disculpa sirva como una admisión de culpabilidad, en lugar de un esfuerzo para empatizar con la parte perjudicada", dice Wood Brooks.
"Las disculpas efectivas apelan a los sentimientos del receptor, y no a tratar de demostrar algo".
En cuanto a la manera de hacerlo, Battisella dice que lo mejor es "disculparse como tu mamá te enseñó".
Pongamos como ejemplo que arrojaste una piedra a tu hermano. "Tu mamá te haría ir a buscarle, mirarle a los ojos y decirle: Lo siento por haberte arrojado una piedra. No volveré a hacerlo más", dice Battisela.
"Es importante decir lo que hiciste mal para enseñarte a ti mismo a ser penitente de cierto modo e indicar que actuarás de manera diferente en un futuro".
Y el número de veces que debes repetir la disculpa variará según el país en el que vivas.
De acuerdo con los expertos, por una transgresión menor, una vez sería suficiente, aunque si se trató de algo más serio, entonces "dos es el número mágico para transmitir simpatía, remordimiento y restauración de la confianza", dice Wood Brooks.
"Pero, por supuesto, si eres británico tendrás que doblar esa cifra. Un único 'lo siento' no cuenta como disculpa, hay que repetirlo y embellecerlo con una gran cantidad de adjetivos", dice Fox.
Y, mientras lo haces, no olvides disculparte por la lluvia.