Hasta entonces sólo había cautivado a los clientes habituales del Casino de París, un conocido local de espectáculos de variedades de la ciudad, donde trabajaba como bailarina nudista (stripper). Aunque algunos dicen que también se la veía con cierta regularidad en las fiestas privadas más escandalosas de la capital francesa.

La mayoría de los relatos no cuentan cómo fue que el diseñador francés Louis Reard -un ingeniero mecánico de 49 años que se había encargado del negocio de ropa interior de su madre- la encontró.

Pero fue ella, a sus 19 años, la única que se atrevió a modelar en público la minúscula pieza recién creada por Reard, tan pequeña que cabía en una caja de fósforos.

Era el bikini. Que, para más señas, dejaba el trasero bastante descubierto. Era una especie de tanga, colalés o "hilo dental", como le dicen en algunos países, hecho de tela con diseño de periódico impreso; cuatro triángulos en total, sacados de un pedazo de tela de unos 75 cms. por lado.

Así, pues, en la célebre "Piscine Moitor", una de las piscinas públicas más famosas de París, Bernardini entró a los libros de historia cuando, con gran alboroto, el bikini fue presentado oficialmente a la prensa.

Pero su fama fue tan breve como pequeña era la pieza que la catapultó a ella: apenas es posible encontrar referencias sobre su vida después de aquel escandaloso lanzamiento.

Algunos señalan que continuó su carrera como actriz. Y una revista en Polonia reproduce una foto suya 50 años después, en traje de baño, sosteniendo otra gráfica del histórico momento, sin muchos detalles de su historia personal.

En cambio, cuando se piensa en trajes de baño y famosos, algunas imágenes icónicas saltan a la memoria. BBC Mundo recuerda algunas de ellas.

Se le acredita a la actriz francesa Brigitte Bardot el haber contagiado a sus compatriotas con la fiebre del bikini a finales de los años 50 y comienzos de los 60, tras su sensacional aparición en la pieza en la película "Y Dios creó a la mujer". Bardot le "prendió fuego" a las playas de St Tropez con la pieza, a la que los críticos fustigaban principalmente por dejar expuesto el ombligo.

La actriz Jane Mansfield no escatimó oportunidades para hacerse ver en bikini. Le gustaba en particular usar un bikini de leopardo, con el que incluso llegó a pasearse por el boulevard de Hollywood. Por eso alguna vez se ganó el mote de la "chica del bikini de leopardo".

Marilyn Monroe fue otra actriz que dejó en la gran pantalla varias imágenes icónicas en bikini. Aquí se la ve en la última película que filmó antes de morir, "Something's Got to Give", en 1962.

¿Quién puede olvidar esa escena de la "Dr No", la película de James Bond de 1962, en que la actriz Ursula Andress sale del agua, traje de baño blanco y cuchillo al cinto? La escena sería repetida 40 años después en "Die Another Day" por la actriz Halle Berry, y hasta tendría una versión masculina en Daniel Craig en su debut como el agente secreto británico en "Casino Royale" (2008). Volviendo al bikini de Andrews, se vendió en 2001 por la suma de US$61.500.

Bo Derek usó traje de baños enteros pero también bikinis, todos bastante sugerentes, en la película de 1979 "10: la chica perfecta". La película la catapultó al estrellato y la volvió un símbolo sexual de alcance global.

Aunque Pamela Anderson, estrella de la serie de televisión Baywatch, es más recordada en su traje de baño entero anaranjado (el uniforme de los salvavidas de la playa), encontramos esta foto de 2003 en vestido de lechuga, cuando participó en una campaña en favor de la alimentación vegetariana.

Publicidad