40 años después de la muerte del multimillonario, recuerda cómo consiguió la primicia.
Una calurosa mañana de agosto de 1968, el periodista Nico Mastorakis estaba en su oficina en el centro de Atenas escudriñando periódicos detrás de posibles pistas cuando algo llamó su atención.
"Yo sabía que cualquier historia sobre Onassis era grande en Grecia, incluso si era sólo una foto de él bebiendo café", dice.
Descubrió una pequeña nota diciendo que el multimillonario griego había invitado al grupo de bousouki -un tipo de guitarra griega- de Giannis Poulopoulos a una recepción a bordo de su yate Christina. Y resulta que Poulopoulos era amigo personal de Mastorakis.
Para añadirle emoción al asunto, el periodista sabía que Jackie Kennedy, la glamorosa viuda del presidente estadounidense John F. Kennedy, asesinado cinco años antes, estaba en Grecia.
Durante un tiempo, habían circulado rumores de que Jackie y Onassis tenían algo. Habían sido fotografiados juntos, pero siempre acompañados y nada se sabía con certeza.
"Algo hizo click en mi mente de periodista y pensé que yo podría ir al Christina vestido de músico de bouzouki. Yo había hecho ese tipo de cosas en el pasado con mucho éxito", dice Mastorakis en conversación con la BBC.
A bordo del Christina
Convencido de que tenía una gran historia exclusiva en sus manos, tomó prestado un bouzouki y se dirigió directamente al aeropuerto, donde persuadió a Poulopoulos de hacerlo pasar como un miembro de la banda.
Se dirigieron a Skorpios, la isla privada de Onassis en el mar Jónico, y Mastorakis escondió su cámara tras las cuerdas de su guitarra.
Al llegar al yate, se encontraron a Aristóteles Onassis en su traje de baño limpiando con cuidado el casco de su barco, una vieja fragata que consumía 30 toneladas de combustible al día cuando estaba en movimiento.
"Christina brillaba con las luces al atardecer. Era un hermoso yate", asegura.
"Era todo de caoba y madera y latón pulido. La cena fue servida en vajilla de porcelana dorada. A todas partes donde uno miraba había cristal, todo cuidado al detalle."
La razón del glamour era que le encantaba la idea de robarse a la primera dama de los Estados Unidos.
"Era obvio que para Onassis era una de las veladas mejor preparadas de su vida. Y la razón del glamour era que le encantaba la idea de robarse a la primera dama de los Estados Unidos".
Jackie Kennedy estaba allí. Su cuñado, el senador estadounidense Ted Kennedy, se encontraba también a bordo para negociar las cuestiones financieras de la inminente boda, según Mastorakis supo después.
Una vez que Jackie Kennedy se volviera a casar, perdería automáticamente el dinero que recibió del fondo de Kennedy, así como las pensiones de viudez del gobierno.
"Jackie llevaba una falda larga de estilo gitano y era muy cordial con todo el mundo. Comieron cordero y hojas de parra rellenas. Onassis trataba de darle de comer y fue un muy buen momento", dice Mastorakis, que logró tomar varias fotos.
Jackie llevaba una falda larga de estilo gitano y era muy cordial con todo el mundo.
A medida que la noche avanzaba, Mastorakis observó cómo los invitados se emborrachaban, bailando y cantando viejas canciones.
Jackie Kennedy, estimulada por el ambiente festivo, tomó uno de los costosos platos chinos y la rompió contra la cubierta.
"Onassis la agarró en el aire y le pidió a su personal que trajeran algunos platos de cerámica barata en su lugar", relata.
El magnate le pidió a Mastorakis que grabara los cantos y posó feliz para las fotos con la banda.
Jackie bebía vodka y Ted Kennedy sólo bebía ouzo, el licor griego, pero Onassis se bebió todo. Y cuando no podía beber más, iba a un lado de la embarcación a vaciar su estómago en el mar y beber un poco más", dice Mastorakis.
"Tengo que ir a hacerle el amor a mi esposa"
Cuando Jackie finalmente se fue a la cama, Onassis se quedó una rato más para beber con la banda.
"Entonces me dijo: 'Me encantaría quedarme contigo hasta el amanecer pero tengo que ir a hacerle el amor a mi esposa'.
Las palabras confirmaron a Mastorakis que el romance no era sólo es real, sino serio.
"Onassis no hubiera usado esas palabras al azar para describir sus sentimientos. Creo que se jactaba de que después de una noche de comer y beber, todavía era capaz de ir a hacer el amor con alguien. Y la palabra 'esposa' sonó con una gran seguridad" agrega.
Además, Onassis sabía que Mastorakis era periodista. Se lo había cruzado en el pasado trabajando de paparazzi. Incluso le había dado una cámara pensado que la de Mastorakis no era suficientemente buena.
Mastorakis tenía su historia. Pero había más. También había visto a Ted Kennedy con una atractiva joven rubia que no era su esposa, por lo que pensó que tenía una doble primicia.
De acuerdo a la versión del jefe de entretenimiento del yate, Onassis la había traído de Suecia "como un regalo" para el senador.
Pero el equipo de seguridad de Ted Kennedy sospechosó del buen inglés de Mastorakis.
El agente estaba preocupado de que las fotografías con la sueca pudieran perjudicarlo y requisó la cabaña donde la banda se alojaba en la isla.
Mastorakis se dio cuenta de que debía irse.
A la mañana siguiente intercambió camisetas con otro miembro de la banda y partió.
"Mientras yo volaba sobre el Christina, vi al tipo del servicio secreto en la cubierta. Él me miró y levantó el puño. Y yo lo miré y le mostré mi dedo medio", le dice a la BBC.
De vuelta en Atenas sin embargo, Mastorakis fue arrestado por la policía secreta griega. Ted Kennedy y su agente le habrían pedido a Onassis que usara su influencia en la junta militar que gorbernaba Grecia en aquel momento.
El periodista pasó una noche en la comisaría y cuando fue liberado encontró que tanto su oficina y su apartamento habían sido saqueados. Todas sus fotografías del yate de Onassis desaparecieron.
Su periódico publicó su artículo que detallaba el romance entre Onassis y Jackie Kennedy. Causó sensación en todo el mundo, pero las referencias a Ted Kennedy fueron suprimidas.
"Fue reimpreso por miles de periódicos y revistas. El titular decía: "Ex primera dama de Estados Unidos pronto será la primera dama de Skorpios".
Jackie Kennedy se casó con Aristóteles Onassis en octubre de ese año, pero siete años después volvió a enviudar cuando el magnate griego murió tras de una breve enfermedad.
Mastorakis se dedicó a escribir un guión de cine basado en sus encuentros con Onassis y hoy es el presentador de un programa de televisión en el que entrevista celebridades.