Resulta muy común escuchar la palabra "abracadabra" de la boca de magos, cuando realizan sus sorprendentes trucos de magia.
Sin embargo, el origen del término está lejos de encontrarse en uno de los escenarios usados por estos maestros de la ilusión. Lo cierto, es que su origen es medicinal.
Así lo indica el sitio Ancient Origins, que señala que la palabra se remonta a la época de la Antigua Roma, cuando el imperio fue azotado por una plaga del parásito Plasmodium, causante de la malaria.
De acuerdo a la evidencia, los romanos consideraron que la enfermedad tenía una causa mágica, originada por malos espíritus o demonios.
Las primeras apariciones de la palabra "abracadabra" datan de textos médicos del siglo III, escritos por Quintos Serenus Sammonicus, de posible origen semítico, quien describió una cura para la malaria.
"Inscribis chartae, quod dicitur Abracadabra:
Saepius et subter repetas, sed detrahe summae,
Et magis atque magis desint elementa figuris:
Singula quae semper rapies et coetera figes,
Donec in angustam redigatur litera conum.
His lino nexis collum redimire memento"
El médico explicaba que para obtener la protección contra enfermedades y males, se debía escribir la palabra sobre un papel, quitando la última letra en cada línea de forma sucesiva, hasta dejar sólo una.
El resultado es el siguiente:
Después del ejercicio, había que enrollar el papel y cargarlo atado al cuello durante nueve días, para posteriormente arrojarlo por sobre el hombro a un río cuya corriente fluyera hacia el este.
Si bien existen otras explicaciones para el origen del término, todas coinciden en que la palabra tiene una connotación mágica, que logra proteger a las personas de malos espíritus y energías. Una especie de talismán contra diversos males.