Cuando los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 decidieron eliminar su logo oficial, en medio de acusaciones de plagio, los usuarios de las redes sociales se apresuraron a publicar sus propias creaciones, incluyendo flores de cerezo inspiradas por una corona depositada sobre una tumba.

Ese mismo día el primer logo nuevo de Google en 16 años generó mucha discusión en internet, incluyendo una lista de 27 maneras de cómo mejorarlo.

Son casos que hacen recordar el precario mundo del diseñador gráfico, en el que incluso la imagen más inofensiva puede desatar indignadas protestas en internet.

Y las críticas son de tal magnitud que en el pasado empresas como la tienda de ropa Gap o la compañía de jugos Tropicana tuvieron que abandonar sus intentos de rediseñar sus imágenes.

Sonrisa o psicopatía

Los análisis de los logos van desde críticas cargadas de humor hasta acusaciones de satanismo.

Algunos opinaron que parece una sonrisa siniestra.


Cuando la cadena de panquecas estadounidense IHOP renovó su logo por primera vez en 20 años, agregando una inofensiva sonrisa, fue acusada de introducir un elemento siniestro a su rostro corporativo.

Al dar su veredicto, Mark Wilson, de la revista Fast Co Design, señaló que "entre más veo el nuevo logo, menos veo la sonrisa de una marca personalizada feliz y bien equilibrada, y más veo una mascota que apenas puede mantener la calma".

"En una inspección más cercana veo el azul y rojo de un circo y dos ojos saltones con una combinación de cafeína y anfetaminas... Este es un payaso al borde de una total psicopatía".

Hombre de la Luna

Más allá de las bromas, una serie de acusaciones persiguieron de tal manera a Procter & Gamble, que la empresa se vio obligada a abandonar su logo.

La multinacional de productos de consumo adoptó su "hombre en la Luna" en 1851, que comenzó como una estrella pintada en las cajas de velas que la compañía solía vender.

La empresa ganó una demanda contra una distribuidora rival por diseminar acusaciones falsas que la vinculaban al satanismo.


Sin embargo, en la década de los 80 del siglo pasado comenzaron a circular versiones sobre la imagen. Se dijo que los rizos en la barba y el cabello del hombre estaban ocultando dos cuernos y un "666", la "marca de la bestia", invertido.

Ante los persistentes rumores, incluyendo que el presidente de la compañía había dicho en un programa de televisión que la empresa donaba una gran cantidad de sus ganancias a la Iglesia de Satán, P&G eliminó los rizos en 1991.

En 2007 ganó una demanda por US$19 millones contra la distribuidora rival Amway por diseminar acusaciones falsas, que vinculaba a la empresa al satanismo.

Sables de la discordia

Elrelanzamiento de un logo generó un gran alboroto después de provocar la ira de la comunidad de los jugadores de video.

La empresa de tecnología Corsair reveló su nueva imagen en septiembre de 2014, un mes después de la controversia del "Gamergate", un escándalo en el que las mujeres de la industria de los videojuegos fueron objeto de un acoso en internet que incluyó amenazas de muerte.

El logotipo fue eliminado sin hacer mucho ruido en junio pasado.


En honor a su nombre, que en español se traduce como "corsario", la marca tenía un logo que representaba seis velas,

Pero el diseño para su nueva división de videojuegos presentó una imagen de dos sables cruzados en la empuñadura, que fue rápidamente condenada por asemejarse a los tatuajes femeninos en la parte baja de la espalda,conocidos como "tramp stamps".

Los iracundos jugadores de video incluso firmaron una petición, exigiendo que se cambiara el logo, y Corsair respondió, eliminándolo sin mucho ruido en junio de 2015.

Las reacciones virulentas al rediseño de un logo muchas veces son parte de una cultura más amplia de rechazo en las redes sociales.

El logo "conspirador"

Pero algunos logos provocan más que una tormenta en Twitter. El diseño para los Olímpicos de Londres 2012 generó una protesta oficial de Irán que amenazó con boicotear los juegos si no se cambiaba.

Irán protestó oficialmente contra el logotipo de los Olímpicos de Londres.


Según Teherán, la forma irregular de los números realmente deletreaba la palabra "Zion", lo que representaba una velada conspiración proisraelí.

El logo también fue comparado a un personaje de la serie Los Simpson participando en un acto sexual, mientras que otros aseguraron que contenía elementos de una esvástica.

Jack, el Destripador

Otros logos deportivos son cuestionados directamente por su mal gusto o racismo.

Un equipo de béisbol canadiense generó controversia en 2012 cuando lanzó un nuevo nombre y mascota.

El equipo de beisbol canadiense dijo que cualquier conexión con el tristemente célebre destripador de Londres no fue intencional.


Con sede en Londres, Ontario, el London Rippers fue duramente criticado por trivializar al asesino en serie del siglo XIX Jack, el Destripador.

Y provocó una airada reacción de la directora ejecutiva de una organización local que ayuda a mujeres víctimas de abusos.

El equipo se defendió argumentando que cualquier conexión con el asesino no había sido intencional. Su gerente general, David Martin, indicó que el personaje en el logo era "Diamond Jack", un frustrado jugador de hockey.

"Es el Fantasma de la Ópera en el béisbol", argumentó Martin. "Es un personaje misterioso, un tanto inquieto". El equipo quedó desmantelado dos meses más tarde.

El problema con los aborígenes

El uso de nombres e imágenes de indígenas norteamericanos en el deporte también ha generado controversia en EE.UU.

Equipos como los Bravos de Atlanta han sido atacados por insensibilidad racial.

La cara del jefe Wahoo sigue figurando en el uniforme de los Indios de Cleveland.


Ya ninguno de los equipos de baloncesto de la NBA usan mascotas de aborígenes, pero los Pieles Rojas de Washington, equipo de fútbol americano de la NFL, aún no han cambiado su nombre, ni eliminado su logo.

Sin embargo, ahora se enfrentan a una nueva ley en contra del uso de las mascotas "pieles rojas" en EE.UU.

Y posiblemente una de las más controversiales, el jefe Wahoo, fue reemplazada casi en su totalidad por la letra C sobre el uniforme de los Indios de Cleveland.

En 2014 el símbolo de cara roja fue eliminado como logo principal del equipo de béisbol, aunque sigue figurando en el uniforme de casa.

Dos letras juntas y revueltas

Otros diseños han causado ofensas con sus insinuaciones sexuales. Ciertas combinaciones de letras en sí mismas puedes ser lascivas como la "d" al lado de la "b", un hecho que no pasó desapercibido para la compañía de alimentos galesa Dirty Bird.

Dirty Bird dice que quiere "cambiar la percepción del pollo frito".


Con el argumento de que buscaba "cambiar la percepción del pollo frito", la empresa asombró a los clientes en Cardiff al lanzarlo en 2014.

Logos fálicos

Cuando la página de internet B3ta organizó sus Premios a los Logos Fálicos, la compañía de salchichas checa Kostelecké Uzeniny quedó entre los primeros lugares.

El logo de la compañía de salchichas checa Kostelecké Uzeniny quedó entre los primeros lugares de un concurso de logos fálicos.

En su página, describió su diseño como "un caballero elegante con pelo grasoso y corbata de rayas inclinado sobre un plato con salchichas Kostelec calientes y aromáticas, mientras saborea una de ellas".

La compañía cree que el logo –diseñado en los años 20– aun está acorde con su filosofía: "calidad en todas sus dimensiones, elegancia y disfrute de en la vida cotidiana".

Pelotera

Pero algunas insinuaciones no son intencionales, e incluso los diseños más inocentes han sido fustigados por observadores de mente "cochina".

¿Algún parecido?


Cuando la página de alquileres Airbnb lanzó su nuevo logo en julio de 2014, desató todo un debate en la red social Tumblrs sobre qué parte de la anatomía humana representaba.

"¿Son unas pelotas? ¿Pelotas frente a una vagina?", se preguntó el blog de diseño y tecnología Gizmodo.

Airbnb argumentó que su 'Bélo' es "una expresión de lo que verdaderamente significa pertenecer a cualquier lugar", al incorporar un abrazo, un mapa y un corazón.

Y, según un observador, también el mentón de Peter Griifin, de la serie de TV Padre de Familia (Family Guy).


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