¿La nariz como la de Natalie Portman? ¿Un trasero como el de Jennifer López y los pechos como los de Pamela Anderson? Ningún problema. Es posible corregir, aumentar y reducir todo en casi todo el mundo.

La mayoría de las operaciones de belleza se realizan en Estados Unidos. En primer lugar está el aumento de pecho. El precio ha descendido en un 2,7 por ciento desde 2015. Pero la liposucción se ha encarecido en un 6,1 por ciento, según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica (ASPS).

Operaciones de pecho, en primer lugar

En el país de las posibilidades infinitas, algo más de 290.000 mujeres se aumentaron la delantera por 3.500 euros. Pero también para las europeas los pechos están en primer lugar. Parece que el escándalo de los implantes mamarios de la industria de silicona no ha cambiado nada al respecto. Según una encuesta de la Sociedad Alemana de Cirugía Plástica Estética (DGPÄC), un tercio de las mujeres se pondrían implantes. Entretanto, cada vez más féminas se decantan por el relleno con grasa propia.

Demasiada grasa en los sitios equivocados

En segunda lugar se halla la liposucción. Masas de grasa que no se reducen fácilmente ni tampoco con dietas. El cirujano inyecta una solución en la zona con grasa que se desea reducir. Después, ésta se extrae con cánulas. Pero, como con todas las operaciones, pueden salir mal. En vez de una piel lisa en la barriga o en el muslo, pueden aparecer almohadillas en el tejido.

A Brasil por un trasero duro

En el carnaval de Río se ven cuerpos bien formados, tanto de hombres como de mujeres. ¿Pero son así de nacimiento? ¿La naturaleza es más bondadosa con los brasileños? Según las estadísticas, Brasil se halla en segundo lugar del mundo, con más de 1,2 millones de operaciones en 2015, tras Estados Unidos. Alemania, en el octavo puesto detrás de India y Corea del Sur.

En Brasil, parece que la gente le da más importancia al aspecto exterior que en cualquier otro país del mundo, a excepción de Estados Unidos. Los expertos creen que se debe al aumento del nivel de bienestar. Los sueldos de muchos brasileños han mejorado en los últimos años así como la disposición a invertir dinero en el propio cuerpo. Una barriga gorda, pechos caídos o una nariz demasiado grande no encajan bien en un mundo gobernado por el resplandor, el glamur y la perfecta belleza.

Otros países, otras costumbres

En algunos países, las operaciones de belleza son símbolo de estatus social. Así se demuestra que la persona puede costearse una intervención quirúrgica y gastar mucho dinero en el cuerpo.

Las mujeres de los países árabes se reducen con frecuencia el tamaño de la nariz. Las chinas prefieren alargarse las piernas. Las brasileñas son conocidas por sus implantes en el trasero. Y en algunas partes del mundo, las mujeres se implantan pelo. En Corea, por ejemplo, tener mucho vello púbico es símbolo de fertilidad.

La búsqueda de la belleza

Pero no solo las mujeres, también los hombres reciben ayuda para mejorar su aspecto. La corrección nasal es la intervención preferida, 27 por ciento. El ejemplo más famoso para esta tendencia es mundialmente conocido: Michael Jackson. ¿Cuántas operaciones se hizo? Nadie lo sabe a ciencia cierta. En su caso, fueron demasiadas y se habló incluso de adicción a las operaciones.

Y no es el único. Tras la primera intervención, llega la segunda y luego, la tercera. Al fin y al cabo, hay muchas operaciones que son una ganga y, en muchos lugares, es posible incluso pagarlas a plazos.

Publicidad