Turistas y científicos a bordo de un barco de turismo ruso tropezaron en el Ártico con una escena de la vida natural que pocas personas han  tenido la oportunidad de ver. Cerca de 200 osos polares devorando la carcasa de una ballena muerta.

Ocurrió a mediados de septiembre en la isla de Wrangel, una reserva natural al norte de Siberia, declarada patrimonio mundial por la Unesco. Allí había llegado una embarcación de Heritage Expeditions cuyos tripulantes, desde lejos, creyeron ver un grupo de ovejas en la orilla de la playa.

Al acercarse, la visión fue clara y sorprendente. Los animales eran osos polares que –pese a ser animales solitarios- estaban reunidos en un grupo que superaba los 200 ejemplares para saciar su hambre con el cadáver de una ballena boreal varada en el lugar.

La escena era increíblemente inusual y fue documentada. En el lugar estaba el 1% de la población total de osos polares del mundo.

“Tendrías que verlo, vivirlo, para poder creerlo. Todavía muchos se están pellizcando, incrédulos, para asegurarse de que realmente ha sucedido esto”, describió Rodney Russ, propietario, fundador y líder de exploración de Heritage Expeditions.

“Lanzamos los zodíacos al agua para así obtener un vistazo mucho más de cerca que podamos recordar para toda la vida. No hay palabras para describirlo”, agregó en su blog.

La isla Wrangel fue el último lugar en la tierra donde vivieron los mamuts lanudos, hace 4.300 años, persistiendo allí mucho después de que otros ejemplares desaparecieran del planeta. Actualmente, la isla de Wrangel tiene la población más grande del mundo de morsa pacífica y la densidad más alta de osos polares, según la Unesco.

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