Plutón y su mayor luna, Caronte, muestran una inesperada actividad geológica. Así lo señalan los investigadores del "New Horizons" dirigidos por Alan Stern, del Instituto de Investigación del Suroeste en Boulder, en el estado de Colorado, en el primer resumen científico de las observaciones, publicado en la revista Science.
Entre otras cosas, "New Horizons" determinó con exactitud por primera vez la dimensión del diámetro del planeta, de 2.374 kilómetros. La sonda no pudo constatar un achatamiento provocado por su propia rotación, como en el caso de la Tierra, lo que hace concluir que el planeta enano es completamente esférico. Además, la superficie del planeta se caracteriza por el hielo. Sin embargo "New Horizons" fotografió también montañas que alcanzan hasta los 3.000 metros de altura. El hielo de nitrógeno, monóxido de carbono y metano descubierto antes de la visita de la sonda espacial al planeta enano sería demasiado blando para tales alturas.
Por eso los investigadores creen ahora que esos tipos de hielo forman en muchas partes una capa relativamente fina en las superficies y en realidad se apilarían sobre hielo de agua, considerablemente más fuerte. Las montañas de Plutón, que se asemejan a las Rocosas en EE.UU., serían entonces montañas de hielo. De forma sorprendente, en Plutón hay relativamente pocos cráteres resultado de impactos, si tenemos en cuenta el bombardeo de cuerpos cósmicos que se presupone en el lugar donde se ubica el planeta, el cinturón de Kuiper. Los astrónomos creen que los cráteres podrían haber desaparecido debido a procesos geológicos activos.
Ello podría significar que, por ejemplo, la llanura helada Sputnik, que no tiene ni un solo cráter, podría tener unos 100.000 años de edad, muy joven en relación a la edad del Sistema Solar, que tiene 4.500 millones de años. Tampoco está claro qué fuentes de energía impulsan la actividad geológica. En esa llanura helada la sonda encontró indicios de un tipo de glaciar, donde el hielo parece estar en movimiento o seguir aún fluyendo. Las imágenes muestran cómo las capas de hielo bordean los obstáculos con los que se encuentran.
Variada gama de colores
Otro aspecto que sorprendió a los investigadores fue la diversidad de colores en el planeta: junto a superficies heladas totalmente blancas, descubrieron paisajes rojos y ligeramente azulados. Los tonos rojizos proceden al parecer de conexiones de carbono denominadas tolinas, que se forman en Plutón cuando rápidas partículas cósmicas mezcla de nitrógeno y metano son bombardeadas con radiación ultravioleta. En concentraciones bajas proporcionan un abanico de colores que van desde el amarillo hasta el rojo oscuro.
Otro descubrimiento: la atmósfera de Plutón es más delgada de lo que se creía. La presión atmosférica en la superficie es de unos 10 millones de bares, una cienmilésima parte de la de la Tierra. Lo que no está claro es si la atmósfera se ha reducido recientemente. En la atmósfera de Plutón, "New Horizons" fotografió también un velo de niebla cuyo origen no está claro. La luna Caronte, con un diámetro de 1.212 kilómetros, ofrece también paisajes sorprendentemente distintos. Entre otros, tiene un sistema de cañones gigantesco y de kilómetros de profundidad que multiplicaría al menos por cuatro la longitud del Gran Cañón de la Tierra.
Los cañones atraviesan la superficie de Caronte y muchos investigadores especulan que posiblemente hace mucho tiempo se congelara allí un océano subterráneo que habría hecho explotar toda la corteza. Caronte parece geológicamente similar a Plutón, pero tampoco en este caso está clara la fuente energética de esa actividad geológica.
"New Horizons" investigó también las lunas Hidra y Nix. Según los resultados, Hidra tiene unas dimensiones de 40 x 30 kilómetros y Nix 50 x 30 kilómetros y ambas tienen una capacidad reflectante sorprendentemente fuerte. Los astrónomos creen que Nix e Hidra están cubiertas de hielo. Lo que sigue siendo un misterio es la forma en que los satélites de Plutón pueden haber conservado sus superficies tan impolutas durante miles de millones de años, en vista de las numerosas incidencias ambientales en pleno cinturón de Kuiper.