La semana pasada los rescatistas de Carolina del Norte, Estados Unidos, encontraron a Casey Hathaway (3 años), en medio de una enredadera de arbustos espinosos. El pequeño desapareció mientras jugaba con sus amigos en el patio de su casa en la localidad de Ernul y su búsqueda empezó casi de inmediato.
Miembros del FBI, integrantes del Cuerpo de Marines de Estados Unidos y más de 600 voluntarios, fueron lo que buscaron a Hathaway, a pesar de las inclemencias del tiempo. Sin embargo, tuvieron que cancelar una de las jornadas por las fuertes lluvias y temperaturas que marcaban -6°C.
Lo que más llamó la atención, es que el niño a pesar de pasar dos días a la intemperie y en condiciones extremas, fue hallado en perfecto estado. Así lo comunicó The Guardian, desde donde señalaron que al pequeño lo encontraron “llorando, pero a salvo (...) habiendo desaparecido en una zona boscosa en condiciones de congelación durante dos noches”.
¿La explicación? de acuerdo a lo declarado por el niño, durante todos esos días, un ‘oso amistoso’ había estado cuidando de él.
“En la sala de emergencias comenzó a hablar sobre lo que sucedió en el bosque y dijo que tenía un amigo que era un oso mientras estaba en el bosque”, señaló el lunes el mayor David McFadyen de la Oficina del Sheriff del condado de Craven.
Aunque aún no se puede comprobar la versión de Casey, lo que es confuso es que el menor haya sobrevivido tantos días en el bosque, expuesto a temperaturas bajo cero y con apenas algunos rasguños.
Sin embargo, expertos advirtieron que esta historia no debería alentar a las personas a buscar una experiencia cercana con osos salvajes.
"Nunca he sabido que sucediera algo así, los osos no hacen eso", dijo Chris Servheen, investigador de osos de la Universidad de Montana.
"Los osos salvajes no son amigos de la gente. No quiero decir que no está diciendo la verdad, obviamente piensa que ha visto cosas y tal vez tiene un osito de peluche en casa. Pero no he visto ninguna evidencia de que algo así haya sucedido ", agregó el especialista.