Se acerca la Navidad, festividad que emociona principalmente a los niños, quienes esperan estas fechas para recibir los juguetes que han pedido durante todo el año, pero ¿todos los juguetes que encontramos en las tiendas son igualmente seguros? T13.cl conversó con un toxicólogo para responder esta interrogante.
La normativa chilena establece que las etiquetas de cada juguete deben estar escritas en español, tener letra legible y señalar el origen del producto. Sin embargo, muchos juguetes que son vendidos, principalmente en la calle, no cumplen con dichos requisitos.
El director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, Fernando Torres, explica que "un juguete seguro es aquel que bajo condiciones normales y razonablemente previstas de uso, teniendo en consideración el comportamiento habitual de los niños, cumple los requerimientos sobre seguridad y protección de la salud y el medio ambiente”.
En ese sentido, el experto indica que la prioridad esta Navidad debe ser la seguridad de los niños, independiente de las peticiones que ellos hagan.
Recomendaciones
Según explica Torres, más allá de ver un precio acorde a los bolsillos de los padres, es necesario fijarse que los juguetes estén fabricados de forma que se reduzcan al mínimo los riesgos de lesiones corporales que puedan ser provocadas por el movimiento de una de sus partes: “Los juguetes no deben ser elementos inflamables en el medio ambiente del niño, por lo que deben estar fabricados por materiales que no se quemen al quedar expuestos a una llama o chispa u otra fuente de calor o fuego”.
“Los juguetes deben ser diseñados y fabricados de manera tal que su ingestión, inhalación, contacto con la piel, mucosas, ojos, no represente riesgos para la salud o peligro de lesiones corporales cuando se utilicen tal como se indican en las instrucciones y rótulo”, agrega.
El toxicólogo recomienda revisar las etiquetas ya que estas proporcionan la información necesaria de uso y de acuerdo a la normativa nacional vigente: “Los adultos debemos observar que las etiquetas declaren la composición de los materiales con que han sido fabricados los juguetes y que no contengan niveles superiores a los declarados por las normas de: arsénico, plomo, cadmio, cromo mercurio, selenio, benceno, tolueno, xilol, ftalatos, entre otros”, subraya.
Sobre el rotulado, el profesional subraya que la información contenida debe ser veraz, describirse y presentarse de forma tal que no induzca a error al consumidor con respecto a la naturaleza y características de los mismos: “La información debe presentarse en la etiqueta del juguete o producto, de manera tal que permanezca disponible hasta el momento de su adquisición y uso. Debe expresarse en español, en tamaño y tipo de letra que permitan al consumidor su lectura a simple vista”, concluye.