Bloomberg
La NASA enfrentará el lunes por la tarde "seis minutos de terror", en una caída de alto riesgo sobre la superficie de Marte que, ojalá, termine con un aterrizaje exitoso de la sonda InSight.
Después de un viaje de siete meses, la sonda espacial atravesará la delgada atmósfera del planeta rojo a más de 19.300 kilómetros por hora en un intento de vida o muerte por posarse (sin destruirse) en un área plana cerca del ecuador.
Para tener éxito, la sonda debe completar una serie de maniobras intrincadamente orquestadas durante una peligrosa fase de 6,5 minutos de "ingreso, descenso y aterrizaje" que abarca unos 124 kilómetros finales.
Volando a una velocidad aún supersónica, la sonda abrirá un paracaídas de cerca de 12 metros para reducir radicalmente su velocidad, seguido de la descarga del escudo térmico, el despliegue del tren de aterrizaje y el inicio de las señales del radar terrestre para adquirir datos sobre el sitio de aterrizaje.
La sonda InSight pretende aterrizar en una llanura prácticamente libre de rocas llamada Elysium Planitia, que la NASA ha calificado como "el estacionamiento más grande en Marte".
Los ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA, ubicado cerca de Los Ángeles, se verán obligados a esperar ocho minutos para confirmar el destino de la sonda InSight.
La misión incluye dos pequeños satélites cúbicos (CubeSats) que acompañan a la sonda, diseñados para ayudar a transmitir datos en tiempo real desde la sonda a la Tierra, más rápido de lo que podría hacerlo un satélite de la NASA que orbita Marte. Los CubeSats son un experimento de la NASA para determinar métodos de transmisiones de señales más rápidas desde y hacia Marte.
El aterrizaje es el primer intento de la NASA desde agosto de 2012, cuando el enorme rover Curiosity de unos 900 kilogramos utilizó una "grúa aérea" (Sky Crane) única para aterrizar con éxito sobre la superficie.
La misión de la sonda InSight busca responder preguntas cruciales sobre la formación de planetas rocosos en los albores del sistema solar. El registro geológico de Marte se conserva mucho mejor que el de la Tierra, que tiene placas tectónicas activas y convección de calor desde su núcleo, procesos dinámicos que tienden a borrar la evidencia física de eones pasados.
La misión InSight también brindará varios "primeros" hitos marcianos a la ciencia interplanetaria, incluido el primer sismómetro situado en la superficie, para detectar y analizar las ondas creadas por los "marsquakes" (sismos en Marte). La sonda también posee un brazo robótico de seis pies y un martillo neumático que se hundirá 16 pies en el suelo para estudiar la transferencia de calor.
La sonda InSight, que funciona a energía solar y pesa 360 kilos es también el primer vehículo que se lanza desde la costa oeste de EE.UU. al espacio sideral. La NASA está consciente de la escasa tasa de éxito (solo el 40 por ciento) de las misiones a Marte; hasta ahora, EE.UU. es la única nación que ha aterrizado con éxito en Marte.
La misión InSight demandó alrededor de US$814 millones, incluidos los costos de lanzamiento.