Nació el primer bebé con una nueva técnica de fertilidad de "tres padres", reveló este martes la revista New Scientist.

El bebé, que ahora tiene cinco meses, tiene el ADN normal de su madre y su padre, más una pequeña porción de material genético de una donante.

La controvertida técnica, que permite a los padres con mutaciones genéticas raras tener bebés sanos, está prohibida en Estados Unidos y acaba de ser legalizada en Reino Unido.

En este caso pionero los padres del bebé, de origen jordano, fueron tratados por un equipo estadounidense en México.

Y lograron asegurarse de que el bebé naciera sin la enfermedad genética que lleva la madre en sus genes.

Los expertos aseguran que el hecho marca "una nueva era en la medicina" y podrá ayudar a otras familias que sufren estos trastornos.

Pero advierten que se necesitan rigurosas revisiones para llevar a cabo esta controvertida tecnología, llamada donación mitocondrial.

Tal como informa la revista New Scientist, la madre del bebé tiene los genes del síndrome de Leigh, un trastorno letal que afecta el desarrollo del sistema nervioso.

Estos genes están ubicados en el ADN de la mitocondria, el llamado "motor" de las células, que contiene sólo 37 genes que son heredados de la madre al bebé.

Algunas madres tienen defectos genéticos en la mitocondria que pueden pasar a sus hijos.

"Salvar vidas"

En este caso, cerca de 25% de la mitocondria de la madre del bebé tiene la mutación que causa la enfermedad. Y aunque ella está sana, el síndrome de Leigh fue responsable de la muerte de sus dos primeros hijos.

Fue por eso que la pareja buscó ayuda del doctor John Zhang y su equipo del Centro de Fertilidad New Hope en la ciudad de Nueva York.

Hay varias formas de llevar a cabo la técnica.

Zhang retiró el núcleo de uno de los óvulos de la madre y lo insertó al óvulo de una donante al cual se le había extraído su propio núcleo.

El óvulo resultante, con ADN nuclear de la madre y ADN mitrocondrial de la donante, fue posteriormente fertilizado con el esperma del padre.

Zhang creó cinco embriones pero sólo uno se desarrolló de forma normal. Este fue implantado en la madre y el bebé nació nueve meses después.

Esta técnica no ha sido aprobada en Estados Unidos así que Zhang fue a México, donde, según dijo, "no hay regulaciones".

El especialista, asegura la revista New Scientist, insiste en que tomó la decisión correcta.
"Para salvar vidas esta es la decisión ética correcta", declaró.

Se espera que los investigadores describan los resultados en el Congreso de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva en Salt Lake City en octubre.

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