María Georgina Quitral Espinoza fue una destacada soprano chilena que nació en el balneario de Iloca, en la región del Maule. Hija de padre mapuche creció siempre orgullosa de sus raíces indígenas; tempranamente adquirió el nombre artístico de Rayén Quitral y usó atuendos indígenas en sus presentaciones.

Su extraordinaria voz fue llamando la atención de quienes la escucharon cantar y gracias a distintos contactos llegó a Santiago donde tomó clases de canto con la profesora Emma Ortiz. En 1936 debutó con éxito en el Teatro Central de Santiago y  luego fue invitada al Teatro Colón de Buenos Aires donde se lució interpretando el personaje de la “Reina de la Noche” de La Flauta Mágica.

De vuelta en Chile, el 4 de diciembre de 1938 cantó en la inauguración del Estadio Nacional acompañada por el tenor mexicano Juan Arvizu. Su carrera internacional fue despegando y Rayén se presentó en varios escenarios europeos. En los años 40 estuvo en Nueva York, el gran pianista chileno Claudio Arrau la acogió y se preocupó de ayudarla a mejorar su interpretación para audicionar en el Metropolitan Ópera de Nueva York. Al momento de la esperada audición los nervios traicionaron a la soprano y cometió algunos errores que la dejaron fuera de competencia. Se dice que Arrau se molestó por la indisciplina de su alumna y no quiso saber más de ella.

De todas formas la carrera de Rayén siguió adelante en distintos escenarios de Chile y del mundo, aunque varios críticos operáticos opinan que nunca se reconoció lo suficiente su inmenso talento.  En 1967 se retiró de la escena musical y se dedicó a hacer clases de canto a niños de escasos recursos. En 1972 se le concedió una pensión de gracia que en algo mejoró su vejez empobrecida.  La Alondra Mágica murió en Santiago el 20 de octubre de 1979.

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