Una de las feministas chilenas más importantes del siglo XX, Olga Poblete fue una de las fundadoras del Movimiento Pro Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) la primera agrupación del país en dedicarse exclusivamente a los derechos de las mujeres.

Olga nació en Tacna, cuando era ocupada por Chile tras la Guerra del Pacífico en 1908. Hija de una madre soltera, estudió para profesora de historia en la Universidad de Chile, donde se graduó en 1929. Mientras se iba involucrando en causas políticas, Olga también comenzó a hacer una destacada carrera como pedagoga: participó de la fundación en 1932 del primer establecimiento de educación secundaria mixta de Chile, el Liceo Experimental Manuel de Salas, cuya primera directora fue Amanda Labarca.

En 1939 fundó junto a Elena Caffarena, Graciela Mandujano y Marta Vergara, entre otras, el MEMCH con el fin de promover la igualdad de la mujer, como una ciudadana con derechos, entre ellos el voto, que lograron en 1949.

Olga viajó a Estados Unidos en 1940 becada para especializarse en sus estudios pedagógicos, y así obtuvo en 1947 un Magíster en Educación de la Universidad de Columbia. Fue en ese país, y tras la bomba de Hiroshima, que Olga Poblete se declaró pacifista y se sumó al Movimiento de Partidarios por la Paz fundado en 1948, por lo que fue galardonada con la medalla de oro del Consejo Mundial de la Paz en 1959.

Especializada en Extremo Oriente y África, Olga volvió a Chile para trabajar desde 1952 en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, donde además fue decana en 1970. Tras el golpe abandonó este trabajo, y se concentró en ser lo que ella definió como “una educadora clandestina” en diferentes organizaciones de mujeres unidas ante la dictadura.

Autora de diversas publicaciones de historia universal, cultura china y biografías, en 1990 escribió su último ensayo “La guerra, la paz, los pueblos”. Murió 9 años después y su nombre es recordado por su continua lucha por la igualdad, la cultura, la paz y la democracia.

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