Olga Ladyshenskaya nació en la Rusia soviética, y aunque le iba muy bien en el colegio y se graduó con buenas notas, no pudo ir a la universidad en un principio ya que su padre había sido arrestado y ejecutado por el régimen estalinista, considerado un enemigo del estado. Olga, su madre y sus hermanas trabajaron para lograr comer, y la matemática tuvo que partir enseñando en colegios. Finalmente pudo ir a la Universidad de Moscú y sacar un doctorado; su tesis la pudo defender una vez muerto Stalin, en 1953.
Olga siguió una espectacular carrera como profesora titular de la Universidad de Leningrado, presidenta de la Sociedad Matemática de San Petersburgo y miembro de la Academia de las Ciencias Rusa, entre otros. Fue siempre un espíritu libre, amiga de intelectuales y artistas contrarios al estricto régimen ruso, lo que a veces le trajo problema, aunque a ella no le importara.
Se convirtió en una de las pensadoras matemáticas más importantes del mundo gracias a sus investigaciones en ecuaciones diferenciales parciales hasta ecuaciones hiperbólicas. Sus conocimientos aún influyen en áreas como la oceanografía o la aerodinámica. Si confías en la predicción meteorológica, es en parte por las ecuaciones que resolvió Olga Ladyzhenskaya que ayudan a anticipar el movimiento de las nubes.
Vivió hasta los 81 años; recibió múltiples honores y una vez que cayó la Unión Soviética pudo viajar más en sus últimos años de vida para conocer y compartir con más miembros de la comunidad matemática internacional, que la tienen como un referente del siglo XX, tan importante como John Nash (“Una mente brillante”).