Desde la historieta Persépolis, la iraní Marjane Satrapi mostró una visión de la Revolución Islámica única, que se ha convertido en un emblema gráfico. Una declaración política hecha comic, donde la vida personal y familiar de Satrapi se ve retratada durante los años del ayatolá Jomeini.
Nacida en Teherán en 1969 como hija única, cuando tenía 10 años leyó su primer cómic, El materialismo dialéctico, donde Marx con una piedra le abría la cabeza a Descartes para probarle la existencia del mundo material. Un realismo que luego se vería plasmado en sus historietas y su original visión de Irán, donde Estudió Bellas Artes en una escuela donde la modelo de dibujo en lugar de posar desnuda, estaba cubierta por un velo. El Irán en que vivió Marjane era un país en plena transición histórica comenzada en 1979 con la Revolución Islámica a cargo del ayatolá Jomeini que al derrocar al sah Mohammad Reza Pahleví, instauró un Líder Supremo de Irán, un líder político y religioso por sobre el presidente, y autoridad máxima del país.
Desde la visión de una niña, Marjane creó los cuatro volúmenes que conforman la novela autobiográfica Persépolis, su obra gráfica más reconocida. Motivada por autores de cómic franceses como David B., Christophe Blain, Joann Sfar, Emmanuel Gilbert y Émile Bravo; Marjane Satrapi dibujó una visión personal y familiar de Irán que va desde 1979 hasta 1994, donde la autora crece entre Europa e Irán, una estadía entre dos culturas que propone en el cómic cuestiones fundamentales entre occidente y oriente desde la visión de una niña.Un testimonio del cambio religioso que terminó por restringir las libertades personales e imponer reglas de conducta muy estrictas como la imposición del velo para las mujeres.
Las imágenes Persépolis alcanzaron gran fama, para incluso convertirse en una película de nombre homónimo que ganó el Premio del Jurado de Cannes en 2007 y una nominación a un Oscar, debido a la forma única que combina historieta con biografía hecha cuadro a cuadro a mano por la misma Marjane, un trabajo titánico que demoró varios años en concretarse. Desde vivir en un estado teocrático y bajo la vigilancia de los guardianes de la revolución, hasta radicarse en París, lugar donde reside hasta hoy, Marjane es una voz potente en el mundo gráfico que le ha valido varios reconocimientos como Gran Premio de Angoulême, el Premio Harvey, en los Estados Unidos, y el Premio Fernando Buesa, en España. Además ha publicado Bordados, una conversación entre mujeres iraníes sobre el sexo y el amor, y la premiada Pollo con ciruela, donde relaciona el amor con la música. Además en 2014 dirigió la película The Voices.