Frances Northcutt es una matemática que trabajó para la NASA y fue crucial en el rescate del Apolo 13. Luego además se convirtió en abogado y ha liderado importante causas feministas. Siempre se ha declarado muy consciente de sus privilegios por lo mismo ha decidido luchar los derechos de otras mujeres.
Nació en 1943 en Texas; en su familia le decían Poppy y ese ha sido el nombre que ha usado durante su vida. Estudió matemáticas y en 1965 consiguió su primer trabajo en una empresa aeroespacial (TRW) que trabajaba para la NASA. Enseguida empezó a trabajar en las misiones Apolo que explorarían la luna.
Pronto la ascendieron y la pusieron a trabajar como ingeniera para la misión Apolo 8. En 1968 se convirtió en la primera mujer en trabajar en la misión de control de la NASA, en el área de planificación y análisis de las misiones.
La misión Apolo 8 fue la primera misión tripulada en orbitar la Luna. Poppy y el resto de equipo de operaciones diseñó la trayectoria y programó computadoras para ir evaluando distintas posibilidades.
Años después, cuando la NASA recibió el mensaje de “Houston, tenemos un problema” desde la misión espacial Apolo 13, Poppy, junto a un equipo de profesionales, trabajó en planificar la trayectoria que podía traer a los astronautas de vuelta a casa. Ella había programado el software que calculaba las maniobras.
Todo el equipo a cargo de la operación recibió la “Medalla de la Libertad”, la condecoración más importante en EEUU. En ese mismo año, 1970, Poppy se hizo parte del movimiento feminista y participó de una huelga en todo el país para conseguir igualdad de derechos, aborto libre y cuidado infantil gratuito.
En 1974 se convirtió en la primera “Defensora de las mujeres para la ciudad” en el ayuntamiento de Houston. Ahí consiguió que las mujeres no tuvieran que pagar para que un ginecólogo las examinara después de una violación, luchó por la igualdad salarial, negoció un acuerdo para permitir que las mujeres se convirtieran en policías y hizo que el Departamento de Bomberos aceptara mujeres.
Empezó a estudiar derecho en las noches. En 1984, Northcutt se convirtió en abogada de defensa criminal. Hoy tiene 74 años y todavía se dedica a la defensa de los derechos civiles.