Para la española Edurne Pasabán que las cosas se pongan cuesta arriba nunca fue un impedimento. Su fortaleza y perseverancia la llevaron a convertirse en la primera mujer en escalar los 14 ochomiles (montañas de más de 8000 metros de altura) del planeta, completando esta tremenda odisea en nueve años. Empezó a escalar en roca cuando solo tenía 14, en el club de montaña de Tolosa, en el País Vasco. Fue así como poco a poco se fue adentrando en el mundo del alpinismo, realizando ascensiones de mayor dificultad.
A los 16 viajó por primera vez a los Alpes, donde subió el Mont Blanc (4810 metros), entre otras montañas, y a los 17 vino a Sudamérica para subir el Volcán Chimborazo, en Ecuador. Cuatro años después regreso para sumar a sus hazañas otros volcanes de los Andes ecuatorianos, y en 1997 volvió, esta vez a Perú, para alcanzar varias cumbres de su Cordillera Blanca –como el Nevado Ishinca (5530 m) y el Urús (5495 m)–.
El 23 de mayo de 2001 logra la primera hazaña de los 14 ochomiles: el temido Everest (este era su tercer intento, las dos veces anteriores había desistido por dificultades meteorológicas). En el verano del 2003 hace tres cumbres, siendo en dos de ellas acompañada por un equipo de televisión de TVE para grabar un programa llamado Al filo de lo imposible, una serie documental de aventura y lugares salvajes.
En mayo del 2010 corona su último ochomil, llegando en su quinto intento a la cima del Shisha Pangma, en el Tíbet. Tras convertirse en madre, Edurne ha seguido ligada a las montañas, participando en algunas carreras, así como a la gestión de ayuda humanitaria en Nepal. Asimismo, se ha vinculado con el mundo de las empresas, ejerciendo como conferencista para diferentes entidades.