En abril del 2020, un grupo de arqueólogos dio con una misteriosa caja que quedó al descubierto tras el derretimiento de un glaciar en Noruega, debido al calentamiento global.
Todo ocurrió en el paso montañoso de Lendbreen, ubicado en el condado de Opplan, y estuvo marcado por el hallazgo de cientos de artefactos antiguos.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue una caja de madera, que pareció haber sobrevivido milagrosamente a las duras condiciones del tiempo y las temperaturas bajo cero. Estaba casi intacta.
Su contenido era desconocido absolutamente. Hasta ahora.
De acuerdo a lo consignado por Secrets Of The Ice, del Programa de Arqueología de Glaciares de Innlandet, el cofre tiene una antiguedad de entre 400 y 500 años, pues correspondería a un objeto confeccionado entre 1475 y 1635.
En esa línea, el contenido de la caja fue analizado por el Museo de Historia Cultural de Oslo y se confirmó una gran sorpresa.
Era cera de abejas, por lo que se presume que los restos correspondan a una vela hecha justamente de cera de abejas.
Al respecto, explicaron que este tipo de cajas eran conocidas en Noruega, pues eran utilizadas para transportar velas entre las principales granjas en época de verano.