El pasado fin de semana se emitió la esperada entrevista que el periodista Jordi Évole le hizo a Miguel Bosé en medio de la pandemia. El mismo Bosé afirmó durante la conversación que llevaba cinco, seis o siete años sin conceder una entrevista a una televisión española y que accedía a hacerla porque le unían lazos de amistad y confianza con Évole.

La entrevista, que estuvo dividida en dos partes, repasó en un primer momento sus problemas con las drogas. “He tenido años salvajes en los que descubrí la parte oscura que todos tenemos: drogas, sexo a lo bestia, sustancias...”, declaró el artista que entregó detalles hasta ahora desconocidos sobre los excesos en su pasado.

Incluso explicó que aquello empezó una noche de 1988 o 1989 a causa de un desamor. “Llamé a unos amigos de madrugada y les dije: ‘Quiero ir de fiesta’. Esa noche me tomé mi primera copa y me metí mi primera raya (cocaína), que me duró una semana; me salió baratísimo”, recordó.

A partir de ahí solo conocí la luna, la noche, y la parte oscura de Bosé y de Miguel. Estaba muy ligado a la creatividad, o eso creía”, dijo.

Bosé, de 65 años, precisó que ahora todo eso lo ve como “ficciones”: “Las drogas son unos estados que utilizados bien dan mucho conocimiento y te dan puntualmente unas visiones de cosas que son interesantes, revolucionarias, incluso. Cuando pasan a ser un consumo habitual, pierden ese sentido”.

Sin embargo, en 1991 llegó el momento de decir basta. “Un día desperté y dije ‘se acabó’. Se acabó el trasnochar, los antros, todo", pero las cosas no resultaron como esperaba, ya que siguió por la misma senda. "Yo he dejado todo, todo, todo hace siete años”, añadió y aclaró: “En total, unos 20 años, desde aproximadamente el 89 hasta 2014”.

Sobre la cantidad y el tipo de drogas que consumió, el español precisó que probó de todo. “He llegado a consumir casi dos gramos diario, más fumar maría, éxtasis...”, mencionó. Sin embargo, recordó que todo lo dejó “el mismo día, al mismo tiempo, subiendo unas escaleras hacia un escenario” y reflexionó: “Las fuerzas que a uno le hacen tomar estas decisiones tan radicales solo vienen de dentro”.

Su familia y problemas con la voz

En otro tema, Bosé reveló que sus problemas en la voz, que han quedado en evidencia en el último tiempo, se deben a su ruptura con Nacho Palau y a la separación de sus hijos.

Estoy de puta madre, pero mi voz va y viene. Es un problema emocional. Me doy cuenta de que estoy perdiendo la voz en el momento en que las cosas empiezan a ir mal en mi familia, que no es una familia, sino un acuerdo de convivencia que tienen dos personas que tuvieron una relación y que por buen rollo deciden seguir adelante para que los hijos puedan crecer juntos como hermanos, como siempre habían pensado desde el primer momento”, explicó.

Y añadió: “El primer problema gordo lo tuve con mi voz. Ahora tengo voz. Pero llegué a no tener nada. Cero. Ahora puedo hablar, pero he llegado a no tener voz”.

Respecto a su papel de padre y la relación con sus hijos, Bosé contó que “soy el resultado de dos genes muy fuertes. Eso se nota en el papel de padre. Soy padre soltero. Estoy en el mercado. Soy amoroso y cuidadoso con mis niños pero también autoritario. Soy padre y madre. Están acostumbrados a eso desde el principio y lo llevamos bien”.

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