Descubrir sus hombros en eventos oficiales o convertir el traje en un básico infaltable, más que cualquier vestido, Meghan Markle se atrevió nuevamente con un look poco habitual en la realeza. 

La duquesa de Sussex lucía elegante en un top con cinturón azul marino con detalles con vuelos de Oscar de la Renta y pantalones acampanados negros de Altuzarra para una salida deportiva con el príncipe Harry.

Aunque se ha adaptado rápidamente a lo que debe y no debe hacer la realeza, ha "encontrado ciertas reglas en la casa real difíciles de entender, como el hecho de que la Reina prefiere a las mujeres en vestidos o faldas en lugar de trajes de pantalón, y a menudo le pregunta a Harry por qué hay que hacer las cosas de cierta manera", declaró una fuente a People.

Últimamente, Meghan siempre luce prendas azules, en declinaciones más o menos intensas de ese color. Esta vez optó por la más clásica de todas, el azul marino, para romper una de las leyes de moda no escritas: nunca combinar el negro en el mismo tono.

"Creo que a veces le resulta un poco frustrante, pero esta es su nueva vida, y tiene que lidiar con eso", agregó la fuente.

Meghan también ha tomado consejos de moda de su cuñada, Kate Middleton, al optar por pantimedias en lugar de sus piernas desnudas habituales y embragues más pequeños en lugar de bolsos más grandes.

Pero ella no se adhiere a todos los protocolos de estilo real. Todavía lleva vestidos sin hombros y sus desordenados peinados en las salidas reales, demostrando que Meghan está cambiando el juego de la moda real.

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