Como si hubiese sido creado de manera artificial, el lago Hillier en Middle Island —al suroeste de Australia—, destaca por su peculiar color.
En medio de espesos bosques de eucalipto y maleluca, el estero que mide 600 metros de largo y 200 de ancho se levanta como un colorido y brillante lunar casi al centro de la isla. Su tonalidad se puede comparar al rosa chicle.
¿Pero por qué tiene ese color?
Descubierto en 1802 en la expedición Findlers, el lago Hillier está saturado de sal. 340 gramos de sal por litro de agua, cantidades similares a las registradas en el Mar Muerto.
En 2013 el programa de TV SciShow, que se emite por YouTube, hizo un informe sobre el lago estimulando el interés de los investigadores en el proyecto Earth Microbiome, una iniciativa científica que intenta identificar y catalogar la vida microbiana en el planeta.
Sus miembros pusieron en marcha una investigación para identificar el origen del color rosado del lago y recogieron sedimentos y agua para determinar las algas, arqueas y bacterias que viven allí.
Con las muestras realizaron un análisis meta-genómico para extraer y analizar el ADN de las especies presentes e identificarlas que dieron a conocer ahora en un nuevo reporte.
Entre los muchos organismos recogidos en las muestras, los investigadores encontraron a la Dunaliella salina, una micro-alga que sería una de las responsables de las aguas de color rosa.
La D. salina produce compuestos pigmentados llamados carotenoides, que las ayudan a absorber la luz solar. Esos compuestos también dan una coloración rosa rojizo al agua, publica Daily Mail.
Pero no es la única contribuyente a la pigmentación del Lago Hillier.También hay halobacterias, una clase de arqueas, que utilizan la proteína bacterioruberina para absorber luz solar y realizar la fotosíntesis. Su pigmento es de color rojizo.
La mezcla de estas dos bacterias, entonces, da como resultado su bello y a la vex extraño color rosado.