Con el calentamiento global, la demanda de frío va en aumento: ese frío que generan nuestros electrodomésticos y dispositivos de refrigeración.
Pero el actual método para hacerlo es contraproducente: muchos de los aparatos (neveras, ventiladores, aire acondicionado) funcionan con electricidad obtenida de fuentes fósiles, como carbón y petróleo.
Y eso no hace sino empeorar las cosas.
Por eso, alrededor del mundo, varios científicos se dedican a buscar la manera de crear nuevas tecnologías que sean limpias y, a la vez, eficientes.
Una de esas ideas salió de un garaje del centro de Reino Unido, que utiliza nitrógeno líquido para el sistema de enfriamiento de camiones transportadores de alimentos.
Una de las principales cadenas de supermercados del país, Sainsbury, ya comenzó a probarlo.
El del enfriamiento es un mercado que ya genera –entre refrigeradores, aires acondicionados y otros aparatos– cerca de US$82.000 millones alrededor del mundo.
Y los expertos creen que el negocio de las tecnologías de enfriamiento limpio generará cerca de US$140 millones anuales en los próximos años.
"El tamaño del reto global para lograr este tipo de tecnologías es colosal", explicó el profesor Martin Freer, de la Universidad de Birmingham, quien escribió un reporte sobre la economía del enfriamiento.
"Será hacia mediados del siglo el problema más grande que enfrentará el planeta en términos de energía. Y vamos a tener que hacerlo sin utilizar mucho carbón o petróleo".
Dos pájaros de un tiro
Es debatible si el enfriamiento va a ser el reto "número 1" en cuestiones energéticas, pero sí es claro que es un problema genuino y que pide una resolución urgente.
Y, por eso, el enfriamiento con nitrógeno líquido marca una tendencia en este sentido.
La idea funciona de la siguiente manera: el camión utiliza residuos de nitrógeno líquido (a una temperatura de -200C) para enfriar el compartimiento donde se llevan los alimentos, tradicionalmente enfriado con un motor impulsado por diésel.
Y el nitrógeno no se limita a enfriar la parte trasera del camión: también impulsa un nuevo motor que aprovecha la energía que produce al expandirse y convertirse en gas.
Este nuevo motor aprovecha esa energía para un enfriamiento secundario.
Este sistema fue diseñado por el inventor aficionado Peter Dearman, que ha recibido apoyo del Instituto de Ingenieros Mecánicos.
Dearman sugiere que el motor principal puede ser usado con residuos de nitrógeno líquido ya existentes, pero surge la pregunta de cuánto más se elevará el costo de la idea si tuvieran que generarse nuevas existencias.
Aunque sus creadores creen que estas podría producirse con el exceso de energía limpia de las turbinas de viento o las plantas nucleares.
En ese caso el nitrógeno líquido podría convertirse en una especie de almacenador de energía, como si fuera una batería.
Nevera sin energía
Mientras tanto, los inventores de una heladera casera a base de hielo están tratando de llevar su creación a las cocinas del mundo.
El interior del refrigerador Surechill, como se llama la idea, está rodeado por un contenedor plástico que se puede llenar de agua.
Durante la noche se puede poner a congelar el agua del plástico y durante el día, cuando el consumo de energía por lo general es más costoso, se desconecta de la electricidad, mientras el hielo mantiene fría la nevera.
Y Surechill afirma que tiene un producto aún más revolucionario: una nevera que mantiene la temperatura fría por dos semanas sin necesidad de energía eléctrica, basada en el mismo principio del plástico que rodea el electrodoméstico.
El invento está siendo producido en India y Sudáfrica.
Aires acondicionados "limpios"
Esta idea del almacenamiento del frío –o el calor– en el agua está siendo llevada a la práctica por varios hoteles en sus sistemas de aire acondicionado.
Es una estrategia a la vez financiera y ambiental: enfriar el agua en las horas de menor consumo les permite no encender el sistema de aire acondicionado durante las horas pico y así ahorrar significativamente.
La cadena de hoteles Marriot, por ejemplo, señaló que los huéspedes no notan el cambio de temperatura cuando no está encendido el aire acondicionado porque el agua helada mantiene las tuberías frías.
Y algunos gobiernos están apoyando este tipo de iniciativas con fuertes inversiones de recursos.
"Estamos invirtiendo en una variedad de ideas innovadoras que puedan ayudar a proveer energía segura, limpia y barata para nosotros y para las generaciones que vienen", le dijo a la BBC un vocero del Departamento de Energía y Cambio Climático de Reino Unido.
Pero algunos científicos e investigadores creen que se necesita un acercamiento mucho más amplio sobre el tema.
Freer estima que la nueva economía relacionada con enfriamiento debe asegurar que lo que sobra de un proceso debe ser el combustible de otro.
Por ejemplo, critica ampliamente el desperdicio de energía potencial que se produce cuando el gas natural licuado, que es importado por varios países, es transformado desde su estado líquido al gaseoso dentro de los barcos.
"Ese poder enfriador puede ser utilizado en la refrigeración en el transporte de alimentos, por ejemplo. En los barcos no es utilizado y se desaprovecha", señaló.
Por su parte, el experto ambiental Oliver Hayes, de Amigos de la Tierra, opina que no hay escasez de ideas ante un desafío de estas dimensiones.
"Pero esas ideas necesitan del apoyo del gobierno y de la industria para ser desarrolladas, si no las viejas e ineficientes tecnologías las van a sacar del mercado", dijo Hayes.