Este martes, Rusia celebra la victoria sobre la Alemania nazi. En los últimos años, siempre ha aparecido el Sol, no importa que los meteorólogos hayan pronosticado lluvias durante el desfile. Se sabe que la fuerza aérea rusa ha llevado a cabo "vacunas de nubes” en el pasado.
El objetivo es que las nubes se descarguen en lluvias pocos kilómetros afuera de la ciudad y se abra un hueco que deje pasar el sol sobre la ruta del desfile militar.
Para los meteorólogos, la "siembra de nubes” es objeto de controversia. Los estudios publicados estiman que la influencia es más bien baja. Pero los escasos resultados no se compadecen con los esfuerzos. La idea de que las lluvias se puedan llevar, sistemáticamente, a las regiones áridas en donde se necesitan las precipitaciones es una ilusión. Así como tampoco ha dado resultado impedir la caída de granizos demasiado grandes.
El yoduro de plata como núcleo de condensación
No importa si lo que se quiere es "hacer” buen tiempo o frenar la caída de granizo muy grande, el principio es el mismo: núcleos artificiales de cristalización son "inyectados” en la nube sobre la que se deposita el vapor.
Pero los militares rusos no son los únicos que usan sustancias químicas para "cultivar” nubes. Algunos viticultores alemanes también lanzan desde aviones pequeños gotas atomizadas de yoduro de plata, diluido en acetona, que supuestamente son tan pequeñas que no alcanzan el suelo.
Si estas sales se aplican debajo de la nube, éstas suben, gracias al efecto térmico. Lo ideal es que dichas sales se introduzcan directamente en las nubes que amenazan con tormenta.
Sobre los núcleos de yoduro de plata se precipita el vapor de agua, que se congela a las temperaturas más frías en la atmósfera superior. Los pequeños granos de hielo crecen rápidamente hasta formar aguanieve, granizo o fina lluvia.
¿Problemas ambientales?
Se presume que las sales de plata no causan mayor contaminación en el medio ambiente. Si bien el yoduro de plata es considerado una sustancia peligrosa en la UE, la dilución es tan fuerte que las moléculas en la lluvia son apenas detectables.
Si los militares rusos logran desterrar las lluvias este martes, solo se sabrá después del desfile. Porque cuando se trata de una pequeña área geográfica y un período específico de tiempo, el clima y las corrientes de aire son, a menudo, imprevisibles.