Una particular especie está en peligro de extinción en Hong Kong. Se trata del delfín blanco chino, el que se caracteriza por el color rosa de su piel y que ha movilizado a numerosas personas en los últimos años para defenderlos.

Estos animales siguen atrayendo a los curiosos turistas que visitan Hong Kong, quienes no se marchan sin antes lograr captar una foto de ellos. 

Aspectos como la pérdida de su hábitat debido al desarrollo costero, la contaminación del agua, la contaminación acústica submarina, colisión con embarcaciones y la pesca excesiva, han influido en que poco a poco este delfín desaparezca. 

El número de estos delfines ha disminuido en línea a un menor número de avistamientos de delfines jóvenes en las aguas de Hong Kong. Su número ha bajado a los 62 hoy en día, en relación a los 158 de 2003, según el grupo ecologista WWF-Hong Kong.

En esta línea, el Fondo Mundial para la Naturaleza en Hong Kong está trabajando en un plan para reducir el riesgo de lesiones provocada por las hélices de los barcos que circulan con mayor frecuencia en el delta del Río Perla. Además, estan trabajando en buscar un refugio para los delfines, de tal manera de asegurar su supervivencia. 

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