¿Imaginas un mundo sin arroz, sin fideos, sin carne, sin frutas y verduras? Hoy la población mundial se cifra en cerca de 9 mil millones de personas y se estima que esa cifra siga aumentando. Los científicos creen que en algún momento pasará lo que muchos temen: se acabarán los recursos alimenticios tal y como lo conocemos ahora.

En Natgeo desarrollaron un estudio que responde a la pregunta sobre el futuro de nuestra comida y la forma en que la humanidad deberá enfrentar esa situación. La respuestas muestran dos caminos muy diferentes. Una tiene que ver con la aplicación de la tecnología industrial, donde los huertos y plantaciones son reemplazados por laboratorios, mapas de ADN y campañas de crowdfunding. A lo largo de esa ruta encontraremos proteínas hasta ahora desconocidas, ensambladas en carne sin animales y sustitutos creados de manera artificial.

El otro camino es más tranquilo y natural, casi como volver a nuestros orígenes; donde la tecnología influye en menor grado. En esa ruta aparecen los granos antiguos y que fueron olvidados a lo largo de la evolución humana, reemplazados por el maíz y otros sustitutos. Este camino ofrece la esperanza de una agricultura terrestre con menos costo ambiental. Dicha ruta nos lleva también a la versión moderna de una de las proteínas más antiguas conocidas por la humanidad: los insectos.

El experto mundial en alimentación Raj Patel, señala que gran parte del futuro se centrará en hacer un uso más eficiente de lo que hoy disponemos. "Gran parte de nuestro sistema agrícola industrial se trata de decidir sobre una especie favorita, como el grano. El siglo XXI está reconociendo que las cosas que antes eran consideradas como malas hierbas y plagas, pueden convertirse en comida", afirma el científico.

"Mesero, tráigame insectos a la mantequilla de algas con papas fritas"

El futuro se acerca a pasos agigantados y el menú será muy distinto al que conocemos hoy en día. Es por ello que Natgeo presentó un par de combinaciones que llegarán a nuestras mesas en un par de años más.

Menú 1: Barras energéticas, papas fritas y otros alimentos procesados hechos en base de harina de grillo.

Este producto está ganando terreno rápidamente en los alimentos occidentales. Los grillos enteros son aperitivos básicos en muchos países: en indonesia y Tailandia se comen fritos, pero la idea de comer insectos ha sido lenta en el mercado norteamericano. Desde una perspectiva ambiental, el atractivo de los "bichos", particularmente de los grillos, es claro; ya que ofrecen más proteínas y micronutrientes por libra que la carne.

Menú 2: Insectos a la mantequilla de algas

De aspecto ceroso y duro a temperatura ambiente, la mantequilla de algas puede sustituir a otras grasas duras en alimentos manufacturados, como los croissant o pasteles, incluso coberturas de helado de cáscara dura. La idea es crear una alternativa eficiente a los aceites comerciales, para evitar la deforestación que viene relacionada a este mercado. 

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