La secuela de la película "Buscando a Nemo", "Buscando a Dory", rompió esta semana todos los récords de taquilla en cuanto al estreno de un film animado se refiere.
Con más de US$130 millones, los estudios Pixar y Disney volvieron a cautivar al público con la vida marina en la que un particular pulpo, Hank, parece robarse el espectáculo.
En la película, este molusco marino, flexible y de largos tentáculos, es capaz de hacer las más increíbles hazañas; desde adoptar la apariencia de la cerámica de una cocina hasta escaparse por las más sorprendentes rendijas.
Por muy imposible que parezca, Hank no sólo existe en la vida real, sino que tiene estas capacidades dignas de ciencia ficción.
1. Un maestro del disfraz
La carrera evolutiva ha llevado a los animales a volverse maestros de la ilusión para engañar a su depredadores -hay culebras que se hacen las muertas, peces machos que se hacen pasar por hembras y aves que simulan tener las alas rotas.
Pero si hay un "maestro del disfraz" del mundo submarino, el pulpo imitador -si no es el ganador- está sin duda entre los nominados.
Otros pulpos pueden cambiar su color y textura para despistar a su depredador; el pulpo imitador -mimo o mimético, como también se le conoce- va más allá, observa el comportamiento de otros animales y puede hacerse pasar por unas 15 especies.
Desde lenguados a estrellas de mar, pasando por serpientes y peces león, este animal los puede interpretar a todos.
Quizás lo más interesante es que este inteligente animal reconoce a su adversario y adopta la forma de su depredador.
2. Excelente escapista
Para crear a Hank, los animadores de Disney estudiaron esta especie en el acuario Monterey Bay y la Academia de Ciencias de California en San Francisco.
"Su pericia para abrir recintos y escurrirse a través de las grietas más pequeñas era increíble", explicó en un comunicado la productora Lindsey Collins.
"Escuchamos historias de pulpos escapándose en medio de la noche. Los guardias de seguridad piensan que es basura hasta que se agachan a recogerlo", agregó.
3. Multicolor
Esta no es una característica única del pulpo imitador.
Todas las especies cefalópodos, a excepción del calamar S. sepioidea, tienen la capacidad de mimetismo.
Así que todas las especies de pulpos pueden cambiar su color, e incluso la textura de su piel.
Esto les permite mezclarse con el suelo marino o parecerse a rocas.
Quizás lo más sorprendente es que los pulpos, como el resto de los invertebrados que pertenece a la familia de los cefalópodos, son daltónicos.
"En efecto, cada pedazo de evidencia que tenemos indica que son daltónicos, a pesar de poder adoptar el color del fondo", le dijo a la revista Science Friday el biólogo marino Roger Hanlon, del Marine Biological Laboratory de Estados Unidos.
"¿Cómo lo hacen? La respuesta es que sencillamente no lo sabemos".
4. El truco del muerto
Otra forma de defenderse es haciéndose el muerto.
El primer paso -y quizás el más lógico para cualquiera que quiera intentar este truco- es quedarse completamente inmóvil.
Pero, no contento con esto, este pulpo que puede llegar a medir 60 cm de largo, adopta un color gris claro, lo que le da una apariencia de masa estática sólida.
5. ¿Topos de mar?
Otra de sus habilidades a parte de las que ya hemos explicado para evadir a depredadores, expertos han descubierto en el pulpo imitador una técnica particular para buscar comida.
Además de la típica, como introducir brazos largos en madrigueras para llegar a sus presas, científicos de la universidad de Melbourne, Australia, observaron que los pulpos imitadores pueden hacer un túnel de hasta un metro en el fondo marino.
"Se observaron que los animales podían entrar por un lado y salir por otro. No tenemos conocimiento de ningún otro pulpo que busque alimentos a través de túneles subterráneos", escribieron en el estudio publicado por MarineBio.