Tuvo una vida de película que ahora, finalmente, se verá en la gran pantalla. La actriz Jennifer Lawrence va a interpretar a Marita Lorenz, protagonista o testigo de algunos de los principales acontecimientos del siglo XX.
Lorenz, germano-estadounidense de 75 años, estuvo dos años en un campo de concentración nazi cuando era sólo una niña y fue luego violada por un oficial estadounidense. Ya de joven se enamoró de Fidel Castro, cuyo asesinato le encargóAgencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA).
Tuvo un hijo con el líder cubano y una niña con el presidente venezolano Marcos Pérez Jiménez (1952-1958).
Por si fuera poco, también fue investigada por lo que podía saber del asesinato del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy, ya que aseguró haber conocido a Lee Harvey Oswald, al que declararon culpable del magnicidio.
Difícilmente un guión de Hollywood podría atreverse a tanto. Tras dos biografías y un intento de hacer una película por parte de Oliver Stone, finalmente su vida se verá en pantalla gigante.
"Mi madre no va a poder dar entrevistas en este momento por la naturaleza sensible del proyecto cinematográfico que se está realizando", le dijo a BBC Mundo el hijo de Lorenz, Mark.
La película en cuestión se titulará "Marita" y se estrenará previsiblemente a final de 2017.
La cinta se centrará en cómo conoció a Castro en 1959, cuando ella tenía 19 años, y en el romance entre ambos, según The Hollywood Reporter.
El productor de la cinta, Scott Mednick, tampoco quiso hablar del proyecto. "Estamos en las primeras etapas y no comentaremos nada durante algún tiempo", le dijo a BBC Mundo.
Misión: matar a Fidel Castro
Tras vivir un tiempo con Castro, Lorenz dejó Cuba y se unió a la lucha contra el comunismo en Estados Unidos, donde la reclutó la CIA con una misión: matar al líder de una revolución vista con temor.
Pero, evidentemente, Lorenz no asesinó a Castro.
"No podía matar a nadie, no había razón de hacerle daño. Pude hacerlo, porque me dieron todas las herramientas y el entrenamiento, pero no había ninguna manera de que yo pudiera hacer algo así", afirmó Lorenz en junio del año pasado durante una entrevista con la emisora colombiana Radio W.
"Es absurdo. Además, lo amaba, era una persona fascinante, mi primer amor", aseguró la mujer, que vive ahora en la ciudad estadounidense de Baltimore, en el noreste del país.
Según su propio relato, Lorenz reveló que el propio Fidel Castro, al descubrir la misión que tenía su amante, le cedió una pistola y la desafió a dispararle.
"Nadie puede matarme", dijo el líder, según Lorenz, que durante años mantuvo una relación epistolar con su amante. Castro, que cedió el poder a su hermano Raúl, tiene ahora 89 años.
De la relación entre ambos nació un hijo, Andrés Vázquez, que se quedó en la isla con su padre y con el que Lorenz se reencontró en 1981.
El único arrepentimiento
El lamento de la anciana, al que se la ha llamado la "Mata Hari del Caribe", es no haberse quedado en Cuba. Al regresar a Estados Unidos, a la CIA no le gustó que no hubiera cumplido con su misión. Castro seguía vivo.
"Me odiaban, me culpaban", recordó. Eso, sin embargo, no supuso el final de su relación con la inteligencia de Estados Unidos.
Una misión en la que debía hacer de correo para recaudar dinero para la causa anticomunista la llevó a Venezuela. Allí conoció al general Marcos Pérez Jiménez, con quien comenzó otro romance y tuvo una hija. A ella y a la niña las abandonaron los militares en la selva, cuando el presidente estaba ya en la cárcel, antes de ser extraditado a Estados Unidos.
"Supongo que soy dura", dijo Lorenz sobre sus múltiples y arriesgadas vivencias, de las que salió ilesa.
La "Mata Hari" afirmó también haber sido testigo de la supuesta conspiración que rodea el magnicidio de Kennedy el 22 de noviembre de 1963.
Los anticastristas que conocía Miami pudieron haber tenido relación con el asesinato de Kennedy. El exilio estaba molesto por la falta de apoyo del presidente a la fallida invasión de Bahía Cochinos para derrocar a Castro en 1961. Lorenz dijo que incluso conoció a Lee Harvey Oswald en uno de los campamentos de la inteligencia estadounidense en Florida.
Una vida de película que, tras los fallidos intentos de Oliver Stone, que le llegó a ofrecer un contrato, será inmortalizada por Hollywood.
Lorenz sabe que el guión de sus 75 años de vida puede dar para una saga.
"(Todo) Es cierto, tengo todos los documentos de la CIA y del FBI para demostrarlo. No quiero glorificar mi vida. Hay suficientes pruebas como para no tener que exagerar", afirmó Lorenz, la viva muestra de que la realidad muchas veces supera a la ficción.