Un minuto para fabricarla, 15 minutos de uso y más 200 años para que se descompongan. Esas son las alarmantes cifras del ciclo de una bombilla de plástico.
No es reciclable, termina contaminando el mar y muchas veces los animales la confunden con alimento. Es por ello que el Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente, inició el año pasado su campaña #ChaoBombillas que busca que privados se comprometan a abandonar su uso.
A casi un año del programa, las empresas que se han comprometido a esto sólo crece. Recientemente McDonald's recibió el sello que lo certifica como libre de bombillas.
"Este sello, es sin duda un reconocimiento a nuestras buenas prácticas en materia medio ambiente", comentó Marlene Fernández del Granado, vicepresidenta corporativa de relaciones gubernamentales de Arcos Dorados para América Latina.
En esos locales, las bombillas dejaron de entregarse por defecto y fueron retirados los dispensadores. Aunque igual tienen una reserva para casos de clientes con alguna necesidad especial.
Pero McDonald's no es el único, ya que otros grandes del sector también han dicho adiós a estos plásticos. A finales de agosto confirmó su adhesión la cadena internacional de café colombiano, Juan Valdés.
Ya previamente se sumaron Starbucks, Subway, Pronto Copec y Doggis, mientras que hoteles como Ibis, Atton, Marriott y Hyatt también se apuntaron.
"Ya sean pequeños cafés o grandes cadenas, en los más de 2.000 locales que se han sumado a nuestra campaña, nuestro mensaje ha sido el mismo: eliminar las bombillas plásticas es sólo el primer paso en la batalla contra los plásticos de un solo uso y una de tantas medidas que se deben incorporar para hacer su operación cada vez más sustentable y amigable con el medio ambiente", afirmó Carolina Schmidt, ministra del Medio Ambiente.
A las empresas, se han comprometido también comunas como Juan Fernández, Paihuano, el Aeropuerto de Santiago, el Estadio San Carlos de Apoquindo y la Cámara Chilena de Centros Comerciales con 162 centros a lo largo de Chile.