La discriminación puede darse de diferentes maneras. Y aunque parezca banal, también puede ser cuando un niño no es invitado a un cumpleaños de manera arbitraria. Sobre todo, cuando la única razón aparante es porque, para el resto, esta persona es "diferente".

Es el caso de Sawyer, un pequeño de ocho años, quien padece Síndrome de Down. 

Cuando su madre Jennifer Engele se enteró que toda la clase de su hijo recibió una invitación de cumpleaños, menos Sawyer, estalló en ira. 

Acto seguido, Jennifer utilizó Facebook para expresar su sentir al respecto con una avasalladora carta pública, que fue ampliamente viralizada en redes sociales: 

Una carta abierta a los padres que pensaron que estaba bien invitar al cumpleaños de su hijo a toda la clase menos a mi niño. Comparto esto porque creo que es una lección de valor para todos y estoy tratando de educar mejor.

Hola, sé que no nos conocemos muy bien pero mi hijo Sawyer y su hijo están en la misma clase. Entiendo que su hijo recientemente entregó su invitación de cumpleaños a toda la clase menos a mi hijo, que no estaba invitado. Entiendo también que esto no fue un descuido por su parte y que fue la decisión de no incluir a mi hijo fue intencionada.

Quiero que se sepa que nosotros no tenemos la expectativa de ser invitados a cada una de las fiestas de cumpleaños, de hecho, cuando Sawyer celebró su último cumple solo invitamos a unos pocos amigos cercanos porque queríamos mantenerlo simple. Pero en su caso, esta no es la razón. Porque de hecho ha invitado a los demás 22 niños de la clase, excepto a mi hijo.

Yo sé que no es porque mi hijo sea malo, nunca podría conocer a un niño más feliz. Sé que no es porque no es divertido, porque tiene un gran sentido del humor y una risa contagiosa. Sé que no es porque su hijo y el mío no se lleven bien, porque él ha mencionado el nombre de su hijo en varias ocasiones. La única razón por la que decidieron no invitar a mi niño es porque tiene síndrome de Down.

Siento que no esté informada o que quizás esté asustada o dude de lo que significa tener síndrome de Down. Sé que si supiera más sobre esto no habrían tomado esta decisión. No estoy enfadada con ustedes. Es más, siento que es una oportunidad para ustedes conocer mejor a mi hijo. Verán, tener síndrome de Down no significa que no quieras tener amigos. No significa que no tienes sentimientos. No significa que no te guste ir a fiestas de cumpleaños. La gente con síndrome de Down quiere las mismas cosas que usted y que yo queremos. Quieren tener relaciones cercanas, sentir amor, contribuir, tener vidas con sentido e ir a fiestas también. Puede ser que a veces sea difícil entender a mi hijo pero la risa y el amor que contagia no necesita interpretación.

Quiero que sepa que yo era como usted. Estaba asustada, poco informada acerca de esta condición antes de tener a mi hijo. Estaba tan preocupada de que mis otros pequeños no pudieran conectar con él de la misma forma que hacen entre ellos… Pero me equivocaba. De hecho, mis hijos están más unidos que muchos otros. Tener un hermano con síndrome de Down me ha ayudado a criarlos como personas compasivas que saben que la gente puede ser diferente y que eso está bien. No temen ayudar cuando ven a alguien con dificultad. Y no temen acercarse a alguien a quien totalmente no entienden.

De vuelta, ellos han recibido mucho amor y alegría de tener a su hermano que es como su mejor amigo. Quizás usted tiene dificultades para explicar a su hijo con palabras por qué no quiere al mío en su fiesta. Quizás usted ha dejado que su niño dijera que está bien apartar a alguien. Sé que enseñar a nuestros niños sobre algo que no conocemos es difícil. También he pasado por eso, pero es una gran oportunidad y una lección de vida para nuestros críos.

Ellos recordarán ese momento en que sus padres le enseñaron que no está bien dejar a alguien de lado simplemente por razones de género, raza o discapacidad. Sé que usted quiere para sus hijos lo mismo que yo para los míos. Como padres, queremos que nuestros hijos sean aceptados y que tengan amigos, no que sean apartados. Y cómo podemos hacer esto si no somos el ejemplo nosotros mismos. Quizás ahora no comprendan pero seguro que en el futuro mirarán hacia atrás y entenderán el conocimiento que compartimos con ellos. Estoy segura que con un poco de valentía y ganas su hijo puede desarrollar una amistad verdadera con el mío que le deje marca por el resto de su vida.

Cuando ha pasado esto es cuando me he dado cuenta que Sawyer no había sido invitado a la fiesta de ninguno de sus compañeros en este pasado año. Los niños que están llegando a esa edad en la que invitan a menudo sólo unos pocos niños y él no me ha dicho nada. Otros papás que conozco con niños con síndrome de Down han comenzado el curso educando a todos los niños de la clase y yo no he hecho eso. No he sentido la necesidad de hablar sobre el síndrome de Down a su clase hasta este momento.

Me doy cuenta ahora que le he defraudado. He dejado pasar un año en balde cuando podría haber educado a muchas familias. Me he dado cuenta de que mi obligación como madre era educar a las familias un poco más sobre lo que significa tener síndrome de Down y cómo nuestros hijos se parecen más de lo que se diferencian. Ahora sé cómo importa hablar de ello y estoy enfocada a hacer un mejor trabajo. Por favor, sepa que estoy aquí para hablar si quiere. Puede que sea una “mama oso” pero no soy una persona que aterrorice, reconozco mis errores y que todos los cometemos, creo que las dos podríamos haberlo hecho mejor.

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