Si bien Meghan Markle y el príncipe Harry dejaron de lado los lujos de la realeza británica, ahora están disfrutando de un confinamiento mucho más glamoroso en su nuevo hogar en Beverly Hills, en la ciudad de Los Angeles.
La pareja junto a su hijo Archie están viviendo desde marzo en una mansión en la exclusiva comunidad privada de Beverly Ridge Estates de Beverly Hills, según contó primero Daily Mail y confirmó después TMZ.
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El dueño de la casa es el actor Tyler Perry, conocido en Estados Unidos por su personaje de la señora afroamericana Madea en la saga cinematográfica del mismo nombre, que en este lado del mundo se conoce como “Un loco funeral”.
Pero fue Oprah Winfrey, una de las estrellas televisivas más reconocidas de Estados Unidos, quien hizo la conexión entre Harry, Meghan y Perry, para vivir en la lujosa casa.
La mansión, de estilo toscano y avaluada en 18 millones de dólares, cuenta con un terreno de casi nueve hectáreas y se ubica sobre una colina de Beverly Ridge Estates. Posee ocho dormitorios, 12 baños, una piscina y además tiene seguridad privada propia.
Según detallaron medios británicos, la pareja pasó este miércoles el cumpleaños de su hijo Archie en esta casa, donde disfrutaron una torta y tuvieron varias reuniones por Zoom con sus familiares y amigos.
