Desde su salida de televisión, el cantante nacional Luis Jara se encuentra radicado en Miami, Estados Unidos, hace un año. 

Hasta llegó Martín Cárcamo para entrevistarlo en una nueva edición del estelar de conversación de Canal 13, "De tú a tú", en donde recordó los grandes momentos de su vida. 

El intérprete compartió una dura experiencia que vivió a los 26 años, por la cual estuvo tres días preso por atropellar a un indigente en 1986. 

"Yo en esa época no tomaba alcohol, tampoco fumaba, tenía 20 años y era un viejo chico. Venía bajando por Avenida Santa María en mi Fiat 147 verde y de repente frente a mí aparece un zigzagueante indigente, evidentemente borracho, y en mi inexperiencia como conductor traté de esquivarlo", afirmó. 

"Pero el señor se tambaleaba y lo impacté de frente. Cayó en el parabrisas, vi su cara acá, cayó al suelo y se golpeó en el cemento", recordó.

Personal de Carabineros llegó al lugar y lo detuvieron por este hecho. Lo llevaron a la comisaría más cercana y le hicieron la alcoholemia. El cantante pasó la noche en el recinto y al día siguiente declaró frente a una actuaria. 

“Esto fue un día viernes, y como era fin de semana, tuve que pasar 3 días preso en Capitán Yaver, en una especie de celda común con varias personas. Lo pasé mal, sufrí mucho, no me comuniqué con mi familia. Por suerte me trataron bien, yo había ganado el Festival de Viña pocos meses atrás”, aseguró.

Cuatro días después de que lo salió en libertad, el intérprete viajó a Colombia para representar a Chile en un festival, pero cuando lo liberaron, el lunes, había perdido la voz. 

"Mi profesor de canto me llevó una machi. Mis papás estaban destrozados y yo me fui a Colombia hablando así", contó. 

La experiencia que marcó su juventud

Cuando ocurrió el accidente, el cantante fue detenido por un compañero de curso que era teniente de Carabineros, con quien se encontró de civil en el aeropuerto. Él le reveló que el indigente falleció por el atropello. 

“Yo me morí al momento en que me lo dijo. Y me subí al avión, me fui a Colombia sin voz, llorando todo el camino solo. Me sentí un delincuente sin serlo, porque después este caso quedó sobreseído, no había ninguna responsabilidad ni en la conducción ni en nada. Todo lo que ocurrió fue un infortunio tremendo, pero yo no lo entendí así, yo lo entendí como que era mi responsabilidad”, confesó.

Para finalizar, el cantante afirmó que esta experiencia marcó su juventud. "Yo era muy joven, muy chico y no entendía la dimensión de lo que había pasado. Una vida de un ser humano es una vida de un ser humano. Me enseñó mucho la verdad. Me ayudó a ver la vida un poco más clara, que las cosas pasan y a veces pasan por algo, y uno tiene que entender no por qué sino para qué. Yo en ese momento maduré mucho, y yo he sido siempre muy prudente con mi carrera y suficientemente responsable para llevar tantos años en esto”, cerró.

 

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