Lucas Álvarez es uno de los tres niños de la familia española en la que se basó la historia de la película “Lo imposible”.

Con solo 10 años de edad y estando de vacaciones en Tailandia, él, sus hermanos y sus padres fueron víctimas de la ola gigante que golpeó el sudeste asiático a fines de diciembre de 2004.

Juan Antonio Bayona, director y productor español de cine llevó esta historia a la pantalla grande y lo logró. La cinta estuvo protagonizada por Naomi Watts y Ewan McGregor y de paso ganó cinco premios Goya.

El papel de Lucas fue interpretado por  el actor Tom Holland, quien ahora es conocido por encarnar a Spiderman en las últimas entregas de la cinta de la saga de Marvel.

Aquella tragedia marcó la vida del joven, que por estos días enfrenta otro gran desafío a causa de la crisis del coronavirus. Con 26 años, Álvarez es médico y trabaja en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Londres, consignó El País.

El joven médico en conversación con Matías Prats en el informativo de Antena 3, dijo que la "experiencia única y desafortunada" que vivió cuando tenía tan sólo 10 años, el tsunami, le cambió por completo.

Tanto así que prometió que iba a ser médico, ya que era algo "lógico" devolver todo lo que hicieron los médicos por su familia y por él después de aquel desastre natural, que le quitó la vida a 300.000 personas.

Sobre la realidad que le ha tocado vivir enfrentando el coronavirus, Álvarez dijo que “es más complicado de lo normal pero la gente está poniendo todo el esfuerzo del mundo. Vamos adelante”.

Hasta ahora, sobre todo en cuidados intensivos, hemos recibido material protector decente y otros sectores han sido menos favorecidos, pero esta última semana sí que se ha empezado a notar la necesidad de improvisar”, finalizó.

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