Año 2000. Cambio de milenio. Mientras el mundo estaba expectante de cómo sería esta nueva era, la CIA buscaba ayudarlo a imaginar.
Ese año, la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. le encargó a un grupo de expertos redactar un informe de 70 páginas de cómo sería el mundo en 2015.
Y el futuro llegó. A punto de cerrar el año, les presentamos cuáles fueron sus aciertos y errores.
Aciertos
-
Sofisticación del terrorismo
"Entre ahora y 2015 las tácticas terroristas se diseñarán y desarrollarán de forma mucho más sofisticada para alcanzar muchos más ataques letales masivos".
No tardó mucho el mundo en darle la razón a la CIA en este punto, luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, ni la propia CIA pudo dimensionar entonces el alcance que tendría esta sofisticación, al punto de que acabaría definiendo la política exterior de allí en adelante.
Los expertos de la CIA pronosticaron que grupos insurgentes, traficantes de drogas y bandas criminales alrededor del mundo utilizarían la globalización a su favor para trabajar juntos y desarrollar redes criminales internacionales en las que habría tráfico de armas nucleares, biológicas y químicas, para utilizarse contra Occidente.
Si bien esta visión así como estaba planteada está todavía relegada a las películas del agente James Bond, la realidad puede ser todavía más preocupante.
El grupo extremista autodenominado Estado Islámico, por ejemplo, no ha necesitado traficar armas químicas, sino que se teme que esté utilizando las reservas de los lugares que ha ocupado en Siria e Irak para fabricar las propias.
-
Revolución tecnológica
Tal vez el más acertado de sus vaticinios: la CIA predijo una explosión digital, liderada por la tecnología móvil.
El acceso universal a la comunicación celular produciría "la mayor transformación global desde la revolución industrial", aseguraba el informe.
En esa época –hace sólo 15 años- no existían los teléfonos inteligentes y el internet inalámbrico estaba recién desarrollándose.
Hoy, con los Smartphone presentes en la mayoría de los rincones del planeta, la conectividad mundial es casi inmediata. En México, por ejemplo, en 2001 existían 7,1 millones de usuarios de internet. En 2014, la cifra ascendía a 47,4 millones.
Esta revolución digital también tendría consecuencias políticas, según la CIA. Específicamente en Medio Oriente, donde una "oposición conectada por la red" desafiaría a los regímenes de facto. Lo que en la práctica se conoció como "primavera árabe".
Aciertos con errores
-
Estadísticas de población mundial
"La población mundial crecerá más de 1.000 millones, a 7.200 millones", se puede leer en el informe.
Cierto. Sin embargo, en su desglose se equivocó.
Si bien acertó en que la población de Rusia y Europa del Este disminuiría, falló en su predicción de que también lo haría la de África, debido "al sida, la hambruna y la constante agitación política y económica".
-
Por qué el sida retrocede en África y no en el resto del mundo
La población de África subsahariana se disparó de los 666 millones de habitantes de aquella época a 973 millones en 2014, según cifras del Banco Mundial. Y algunas de sus economías, como Nigeria, han experimentado un explosivo crecimiento, improbable de prever hace 15 años.
-
Energía suficiente
"Los recursos energéticos serán suficientes para satisfacer la demanda", decía el documento.
Cierto para el petróleo, que actualmente se encuentra con sobreoferta, con las compañías reevaluando sus planes de extracción para los próximos años por el exceso de crudo.
Sin embargo, falso para otras energías.
"Mientras que la gasolina se ha vuelto más asequible en muchos países de todo el mundo, las facturas de electricidad están pesando más en el presupuesto familiar de los países de la OCDE", asegura el balance energético 2015 del Consejo Mundial de Energía.
Además, el desarrollo de la energía "limpia" se ha demorado más de lo inicialmente previsto.
"A pesar de los retos evidentes que enfrenta cada país, los resultados del índice de los últimos cinco años muestran signos de progreso (…) y demuestra que la transición hacia sistemas energéticos sostenibles y equilibrados se está produciendo lentamente", dice el informe.
-
El auge biotecnológico
El documento de la CIA acertó en que el precio de la genómica se reduciría: cayó drásticamente en los últimos cinco años, lo que ha permitido realizar más investigaciones que incluyen secuencias de ADN, como las que buscan la cura del cáncer.
También tuvo razón sobre la expansión de cultivos transgénicos que, a pesar de contar con un alto rechazo de los ambientalistas, constituyen hoy el 30% de las hectáreas globales de maíz, 68% de las de algodón y 82% de las de soya.
Sin embargo, hubo otros aspectos en los que fue demasiado optimista como en el avance del crecimiento artificial de órganos para trasplantes.
Además, los expertos anticiparon que la clonación de animales para "aplicaciones como la producción ganadera" mejoraría la vida de muchos y harían caer drásticamente la brecha entre ricos y pobres, dado que estos avances irían en directo beneficio de la calidad de vida de quienes tienen menos, cosa que tampoco se cumplió.
Errores
-
Rusia internamente débil
Una Rusia menoscabada, "internamente débil", que usaría sus reservas de gas y su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para mantener su poder.
Así vislumbraba la CIA el futuro del histórico antagonista de los estadounidenses.
Tal vez este fue su mayor desacierto.
La actual Rusia liderada por Vladimir Putin es tan influyente en el panorama mundial como las potencias de Occidente y ha construido una red internacional que va desde Venezuela a Siria. Su posición le ha permitido incluso anexar territorio, como la península estratégica de Crimea e intervenir en conflictos internacionales como el de Siria.
-
Vladimir Putin, el hombre que tiene en vilo al mundo
Además, lejos de las 2.500 cabezas nucleares previstas por la CIA, Rusia ya cuenta con unas 8.000.
-
Una robusta economía global
"La economía global está bien posicionada para alcanzar un periodo sustentable de dinamismo hacia 2015", decía el informe, que además preveía que el crecimiento de esta llegaría a "los altos niveles alcanzados en los años 60 y comienzos de los 70".
Si bien habló de una potencial crisis, apuntó sus dardos a los países en desarrollo que no habrían sido capaces de liberalizar lo suficiente sus sistemas financieros.
Ni una palabra que pronosticara el colapso financiero de 2008, que tiró al suelo la economía estadounidense y europea y que causó la discusión e implementación de medidas para poner límites al capitalismo.
