Lizzo, la artista con más nominaciones al Grammy 2020, fue la invitada de lujo al partido de la NBA entre Los Angeles Lakers y Minnesota Timberwolves. Las porristas del equipo local realizarían un show con su canción "Juice", por lo que su creadora las vería en acción.
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Llegó el momento, las bailarinas hicieron lo suyo y la cantante estadounidense de 31 años —Melissa Viviane Jefferson es su verdadero nombre— disfrutó como si fuera la fan número 1 del cuerpo de baile.
Las cámaras del estadio la enfocaron mientras cantaba y bailaba el twerk, aquella disciplina que desata el movimiento pélvico. Lució una polera-vestido de color negro que cubría hasta un poco más arriba de sus rodillas, y en su parte posterior tenía un gran agujero que dejaba ver su ropa interior, lo que generó un intenso debate entre sus seguidores.
Mientras la mayoría celebró su 'performance' con mensajes como "Lizzo tenía razón. Todos ustedes son gordofóbicos. Rihanna habría sido llamada 'icónica' por usar ese vestido", otros criticaron su desempeño considerando que fue inadecuado.
"Yo, una mujer gorda, no soy gordofóbica por por pensar que el trasero de Lizzo en un partido de baloncesto fue demasiado", escribió una usuaria de Twitter.
La mujer de "Truth hurts" no quiso quedar al margen de la disputa y se defendió con un poderoso discurso de amor propio. "Sé que soy impactante porque nunca han visto, en mucho tiempo, un cuerpo como el mío haciendo lo que quiere hacer, vistiéndose como se viste y moviéndose como se mueve. No quiero censurarme porque soy famosa o porque todos me están viendo ahora", expresó en una transmisión en vivo por Instagram.
En la ceremonia del Grammy 2020, la también flautista compite por los cuatro premios más importantes de la noche (de 8 gramófonos en total): Grabación del Año, Canción del Año, Álbum del Año y Mejor Nuevo Artista.