Muchas veces hay elementos que la vista pasa por alto. Puede ser por costumbre o por ignorancia, pero eso no quita que en numerosas ocasiones son realmente importantes, tal como ocurre con los puntos negros ubicados en la orilla de los parabrisas, cuya presencia es vital para mantenerlo en su lugar y generar una mejor imagen estética.
De acuerdo a lo señalado por la empresa británica Pilkington al blog de automóviles Jalopnik, que se dedica a fabricar vehículos desde 1826, la banda negra rodeada de estas circunferencias está hecha con pintura cerámica horneada. Es casi imposible de eliminar y en inglés se le conoce como "frit band" o simplemente "frit".
Tiene tres propósitos:
- La utilidad más importante es que protege al adhesivo de uretano aislante que hay debajo de los rayos ultravioleta. O sea, es lo que mantiene al parabrisas firme en su lugar. El sol suele derretir este adherente a tal punto que el vidrio podría salir volando en cualquier momento.
- Además, el frit genera una superficie más rugosa para la película adhesiva, permitiendo que se una mejor.
- Y por último, ofrece una función estética. Se encarga de ocultar el pegamento a la vista.
Cuando se empezaron a fabricar los primeros automóviles, se usaban juntas metálicas a medida para sellar los cristales. Sobre ellas se aplicaba un cromado por el borde para que el vidrio no vibrara. Ya después, en los años 50, se dejó de lado esta técnica para dar paso a los adhesivos.
Un parte importante es que se escogió una banda de puntos porque éstos se doblan a su curvatura correcta en un horno a altas temperaturas. La pintura cerámica de la cinta negra se calienta mucho más rápido que el cristal normal.
Esto -dice el blog especializado en automóviles- podría deformar el parabrisas y provocar un efecto lupa, por lo que las circunferencias logran una mejor distribución de temperatura y minimizar la deformación durante el proceso de horneado.