Se trata de lo que se ha conocido como “el beso de la muerte”, y se espera que ocurra en el momento en que dos estrellas, que andan muy cerca de la otra, desaparezcan y se conviertan en una, o formen un agujero negro binario.

El descubrimiento está a cargo del equipo internacional de astrónomos del Very Large Telescope, de la ESO.

Este sistema estelas, al que se le llamó VFTS 352, se encuentra a 160.000 años de luz de distancia de la Tierra en la Nebulosa Tarántula, uno de los lugares del Universo  donde se producen más nacimientos activos de estrellas.  

El VFTS 352 está formado por dos estrellas muy brillantes, calientes y masivas que se orbitan mutuamente en menos de lo que dura un día.

Los astros están separados por sólo 12 millones de kilómetros. Tan cerca, que sus superficies incluso alcanzan a tocarse, formando un puente e intercambiando materia.

El VFTS 352 además de ser el más cercano, es el más caliente, con una temperatura que supera los 40.000 grados.

Otro de los comportamientos que muestran estos astros extremos es su capacidad de ser “estrellas vampiro”, cuando el más pequeño de su pareja le “chupa” materia a la más grande.

En el caso de VFTS 352, ambos astros tienen casi el mismo tamaña, por lo que ninguna absorba materia de la otra, sino que lo comparten. De hecho, los estudios dicen que están compartiendo cerca del 30% de su material. 

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