En la provincia central de Henan, China, un grupo de más de 30 abuelas se dedicaba a sembrar el terror en la localidad del sector y producto de las múltiples denuncias presentadas en su contra, fueron encarceladas.
Las estrategias que llevaban a cabo este grupo de ancianas consistían en escupir e insultar a sus víctimas. Durante días podían pasar intimidando a sus objetivos, esperándolos afuera de sus casas o siguiéndolos por la calle.
Además, las inescrupulosas “abuelitas” se desnudaban cuando enfrentaban a hombres durante sus intimidaciones, de esta forma podían alegar que estaban siendo abusadas sexualmente por las víctimas. También durante estas situaciones proseguían a agarrar los genitales durante las discusiones.
Otras afectados aseguraron que las mujeres mayores realizaban golpizas cuando tenían que cobrar dineros.
Este grupo de ancianas fue reclutado en conjuntos de baile de salón al aire libre por un hombre que trabajaba para compañías de préstamos y promotores inmobiliarios. El sujeto pagaba 200 yuanes al día y ofrecía pagarles más si dañaban a los deudores.
Actualmente el hombre acusado de contratar a las mayores recibió una sentencia de 11 años y 14 miembros de la pandilla de abuelas recibieron penas de 2 a 11 años de prisión, luego de haber sido declaradas culpables de 29 incidentes en estos últimos 4 meses.