Sue Westhead tenía 25 años cuando le diagnosticaron insuficiencia renal en 1973.
Y cuando se le dijo que la única forma de sobrevivir era con un trasplante de riñón, su madre, Ann Metcalfe, que entonces tenía 57 años, le donó uno de sus órganos.
Hoy Sue, que vive en el condado de Durham, en el norte de Inglaterra, tiene 68 años y continúa viva.
Y ha desafiado todas las predicciones médicas sobre la duración del órganoy la vida que le quedaba con un trasplante.
El riñón donado por su madre tiene 100 años y Sue asegura que esta longevidad se debe a "su buen estirpe".
"Creo que se debe a los buenos genes de mi madre. Ella tuvo que provenir de un buen estirpe", asegura.
Longevidad
Cuando recibió su diagnóstico, Sue tenía sólo una décima parte de la función renal normal.
"Casi no podía caminar, tenía un color de piel diferente: estaba amarilla. Y de inmediato me volvió un resplandor rosado", recuerda la mujer.
"En esa época estaba muy asustada, incluso cuando yo seguía viva en la sala del hospital donde la gente se estaba muriendo".
"Mi madre literalmente me dio la vida porque (sin el riñón) no hubiera podido vivir mucho tiempo", agrega.
Trasplantes de riñón
- En Estados Unidos más de 93.000 personas están en la lista de espera para un trasplante de riñón.
- La espera para un órgano de un donante muerto puede ser de 5 años, y en algunos estados hasta 10 años.
- A diferencia de muchos otros tipos de donación de órganos, es posible recibir un riñón de una persona viva porque para sobrevivir sólo necesitamos un riñón.
- Hoy en día 60% de los receptores de riñones de donantes vivos pueden sobrevivir cerca de 15 años.
Fuente: United Network of Organ Sharing (UNOS), Kidney Research UK
Actualmente los médicos calculan que un trasplante de un donante vivo puede durar, como mucho, 20 años.
En 1973, cuando Sue recibió su órgano, sólo entre 30 y 40% de los riñones trasplantados duraban cinco años.
Sue, asegura que esta longevidad se debe a que se ha cuidado. La mujer debe tomar 20 pastillas cada día para asegurar que el riñón no sea rechazado.
"Recuerdo que en esa época pensé: 'Si vivo cinco años seré feliz'. Eso fue hace 43 años y mi riñón va a cumplir 101 años en noviembre".
"Hay que afrontar la vida y no hacerse la víctima ni envolverte en capas de algodón", expresa.
La historia de la familia incluso apareció en los periódicos locales. Era una época en que los trasplantes de donantes vivos eran relativamente raros.
El profesor Derek Manas, presidente de la Sociedad Británica de Trasplantes, dice: "Es una historia extraordinaria de aliento y esperanza para la gente que está sometida a diálisis y para estimular al público a volverse un donante vivo o unirse al Registro de Donación de Órganos".
"Pienso que Sue es una de las sobrevivientes más longevas".