Chris Bertish es su nombre y su hazaña ya es historia: cruzar el Atlántico en solitario y con solo un remo para impulsarse.
El sudafricano completó su proeza este jueves, luego de pasar 93 días en el océano, recorriendo 4.500 millas náuticas, unos 7.500 kilómetros, con ayuda de una paleta de remar y una tabla.
El viaje lo inició el 6 de diciembre pasado, cuando salió del puerto de Agadir, Marruecos.
Su posición fue monitoreada vía satélite durante toda la travesía, que incluyó un paso cercano por las Islas Canarias españolas. De ahí se adentró al Océano Atlántico.
Este jueves por la mañana, Bertish vio tierra firme y llegó a la Isla Antigua, en el país caribeño Antigua y Barbuda.
En su trayecto estableció un nuevo récord de la mayor distancia en solitario que haya recorrido una persona sin ayuda en océano abierto: 71,96 millas (cerca de 115 kilómetros).
Este experto surfista de olas gigantes practica la modalidad de travesía en Stand Up Table, conocido en inglés como SUP, en la que el atleta navega de pie sobre una tabla.
Para este viejo lobo de mar, se trata de lo que más disfruta en la vida: "Cuanto más tiempo se puede pasar en el océano, en cualquier forma o modalidad, mejor. Soy un hombre del agua y el océano es mi inspiración. Es donde realmente me siento vivo, cómodo, contento, feliz y libre", dice.
¿Cómo lo hizo?
Para cruzar el Océano Atlántico, empleó una tabla con un compartimiento delantero en el que se podía refugiar durante sus descansos, mal clima y la noches.
La tabla tenía un diseño hecho a la medida para ayudar al sudafricano a mantener la dirección a pesar del oleaje elevado del mar abierto.
Incluía dos paneles solares que alimentaban el equipo electrónico que permitía el seguimientoGPS de Bertish, y hacía funcionar una radio, un teléfono satelital, un computador, un radar y otros dispositivos.
Esto le permitió compartir a través de Facebook múltiples fotografías de sus jornadas en el mar en las que se podían apreciar desde días soleados y tormentosos, hasta el avistamiento de buques e incluso un tiburón.
También tenía espacio para almacenar comida y agua y suplementos alimenticios de emergencia para sobrevivir otros 50 días en alta mar.
En varias ocasiones, las condiciones del tiempo lo hicieron retroceder en su camino, como se puede apreciar en el seguimiento día a día de su jornada, pero nunca se detuvo.
El viaje de Bertish también sirvió para la recaudación de US$400.000 de patrocinadores los cuales estarán destinados a obras benéficas, según explica en su web.
Espera construir cinco escuelas en Sudáfrica, crear un fondo para alimentar a niños y otro para costear cirugías de labio y paladar hendido para menores.