La televisión también enfrenta al coronavirus. Y los programas exitosos de la pantalla chica estadounidense se las ingenian para entregar contenido y entretención pese a las medidas de aislamiento social o cuarentena total en algunos sectores del país.

Jimmy Kimmel, por ejemplo, transformó su show en conversacióna distancia, vía internet, y su última invitada fue Jennifer Aniston, que ayudó a sorprender a una enfermera que contrajo COVID-19 y que desafortunadamente se encuentra alejada de sus dos hijas pequeñas para evitar contagiarlas.

Al principio, la actriz de "Friends" y "The Morning Show" contó que ha estado tres semanas recluida en su hogar, las labores que ha realizado en el confinamiento y que no es realmente un desafío estar adentro de casa durante largos períodos de tiempo —aprovechando de llamar a la responsabilidad de la ciudadanía—.

Allí, apareció Kimball Fairbanks, la profesional de la salud en cuestión y admiradora de Aniston. La enfermera cardiovascular de Utah explicó que se contagió de coronavirus la semana pasada y que, por ese motivo, tuvo que dejar de trabajar y aislarse.

Por su valentía y desinterés, además de la situación con sus dos pequeñas, la intérprete de Rachel Green y Jimmy Kimmel le hicieron un gran regalo: una tarjeta de regalo de US$ 10 mil para comprar en Postmates una empresa estadounidense que emplea mensajeros para entregar productos localmente, desde comida hasta alcohol— y, además, tarjetas de regalo adicionales para las enfermeras que trabajan en su mismo departamento.

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