AFP
Más de 150 personas, entre familiares, amigos, colegas y personajes de la cultura francesa y latinoamericana dieron el domingo su postrer adiós al periodista y documentalista chileno José Maldavsky, fallecido días atrás en París.
La reunión --un emotivo e interminable brindis de camaradería-- tuvo lugar en Ivry sur Seine (sur de París), en el mítico teatro "Aleph", símbolo itinerante del exilio latinoamericano, desde su fundación en Chile hace ya casi medio siglo.
José "Pepe" Maldavsky se fue repentinamente a los 70 años. A su manera, discreto, austero y sorpresivo, como cuando resistió desde la clandestinidad la ignominia de la dictadura de Augusto Pinochet.
Tras la cárcel, la tortura y el destierro interno, tocó la hora del exilio. Pepe y su familia optaron por Francia, donde el periodista de texto dio paso al documentalista.
Entre su obra, destacan reportajes como "Les enfants de Sabra et Chatila" (1989), "Chaque jour pour Sarajevo" (1994), "Colonia Dignidad, une secte nazi au pays de Pinochet" (2006), o "Patagonie: les couleurs de la discorde" (2009), este último sobre el conflicto entre la empresa Benetton y el pueblo mapuche.
En un teatro abarrotado, que duplicó largamente su aforo, recordaron a Pepe, además de su primera mujer Marilú, junto a sus hijos Aliocha, Yuri y Nicolai (y nietos), y su actual compañera Marie Maffre, Dominique Vidal (Le Monde Diplomatique), Jean-Marc Pilas (TF1 TV), el argentino Gonzalo Sánchez (Clarín), quien viajó desde Buenos Aires expresamente para la ocasión, o el uruguayo Gonzalo Arijón, con quien Maldavsky trabajó en varios documentales.
Finalmente, el chileno Óscar Castro, "alma mater" del Aleph, fue el encargado de cerrar esta jornada de tributo al amigo, recordado por todos como solidario, inclaudicable, coherente, forjador de utopía.
A lo largo del encuentro se leyeron misivas llegadas desde Chile, Cuba, Argentina, Palestina, Israel y Estados Unidos.