Una extraña historia se ha hecho conocida en Rumania debido a lo inexplicable, hasta ahora, de la situación. El protagonista: Vasile Gorgos.
Todo comenzó en 1991. En ese año este ganadero que vivía en la ciudad de Bacău, dijo a su familia que debía ausentarse por unas horas por motivos de trabajo. Por lo mismo, acudió a la estación de tren que había cerca de su hogar y se marchó, tal como había anunciado.
Hasta aquí todo bien. Entonces, ¿cuál es el problema? Nunca regresó (o eso creíamos).
Ante el extravío, la familia inició una búsqueda que se extendió primero por semanas y meses y luego por años. Tras el paso de las décadas y sin resultados, Gorgos fue dado por muerto e incluso sus vecinos y familiares hicieron actividades para homenajear su memoria. Fueron tres décadas que pasaron en que solo estaba su recuerdo.
El regreso de Vasile Gorgos, 30 años después
Sin embargo, todo cambió en agosto de 2021, cuando auto se estacionó en la casa donde alguna vez vivió el ganadero. Para sorpresa de su familia, fue el mismo Vasile Gorgos el que salió de su interior. Ya 30 años más viejo (con 93 años de edad) pero aún así, tenía puesta la misma ropa que usó el día que desapareció y en uno de sus bolsillos tenía un boleto de tren de ese día y su documento de identidad de la época.
Sus familiares, su hijo y su nuera, reaccionaron con emoción al reencuentro, pero con mucha incredulidad. Le preguntaron dónde había estado todo este tiempo y él les respondió que estaba en su casa.
Según indica el medio rumano Adevarul, Gorgos parecía confundido cuando volvió y se cree que actualmente padece alguna enfermedad neurológica. Asimismo, toma fuerza la hipótesis que fue alguien quien lo llevó a su casa tras revisar su documento de identidad luego de encontrarlo desorientado.
Tres años después de su inesperada aparición, no se ha vuelto a saber más de Vasile Gorgos, aunque se cree que sigue con vida y seguramente, con su familia a la que no vio por 30 años.