Una extraña historia se ha hecho conocida en Rumania debido a lo inexplicable, hasta ahora, de la situación.
Todo comenzó en 1991. En ese año el ganadero Vasile Gorgos, que vivía en la ciudad de Bacău, dijo a su familia que debía ausentarse por unas horas por motivos de trabajo. Luego, fue a una estación de tren y se marchó, tal como había anunciado. Sin embargo, nunca regresó.
Ante el extravío, la familia inició una búsqueda que se extendió primero por semanas y meses y luego por años. Tras el paso de las décadas y sin resultados, Gorgos fue dado por muerto e incluso sus vecinos y familiares hicieron actividades para homenajear su memoria.
Sin embargo, todo cambió en agosto del año pasado, cuando auto se estacionó en la casa donde alguna vez vivió el ganadero. Para sorpresa de su familia, fue el mismo Vasile Gorgos el que salió de su interior. Ya 30 años más viejo (con 93 años de edad) pero aún así, tenía puesta la misma ropa que usó el día que desapareció y en uno de sus bolsillos tenía un boleto de tren de ese día y su documento de identidad.
Sus familiares, su hijo y su nuera, reaccionaron con emoción al reencuentro, pero con incredulidad. Le preguntaron dónde había estado todo este tiempo y él les respondió que estaba en su casa.
Según indica el medio rumano Adevarul, Gorgos parecía confundido cuando volvió y se cree que actualmente padece alguna enfermedad neurológica. Asimismo, toma fuerza la hipótesis que fue alguien quien lo llevó a su casa tras revisar su documento de identidad luego de encontrarlo desorientado.
De momento, no se ha publicado nueva información sobre si este misterio se resolvió o no.