Un hombre con parálisis recuperó la capacidad de caminar usando solo sus pensamientos por primera vez, gracias a dos implantes que restauraron la comunicación entre el cerebro y la médula espinal, dijeron investigadores el miércoles.
El paciente Gert-Jan no quiso revelar su apellido, y dijo que el avance le había dado "una libertad que no tenía" antes. El neerlandés de 40 años ha estado paralizado de las piernas durante más de una década después de sufrir una lesión en la médula espinal durante un accidente de bicicleta. Pero gracias a un nuevo sistema, ahora puede caminar "naturalmente", enfrentarse a terrenos difíciles e incluso subir escaleras, según un estudio publicado en la revista Nature.
Revolución paso a paso
El avance es el resultado de más de una década de trabajo de un equipo de investigadores en Francia y Suiza. El año pasado, el equipo demostró que un implante de médula espinal, que envía pulsos eléctricos para estimular el movimiento en los músculos de las piernas, había permitido que tres pacientes paralizados caminaran de nuevo. Pero hasta ahora necesitaban presionar un botón para mover las piernas cada vez. Gert-Jan, quien también tiene el implante espinal, dijo que esto dificultaba entrar en el ritmo de dar un "paso natural".
Interfaz prodigiosa
La investigación más reciente combina el implante espinal con una nueva tecnología llamada interfaz cerebro-computadora, que se implanta sobre la parte del cerebro que controla el movimiento de las piernas. La interfaz utiliza algoritmos basados en métodos de inteligencia artificial para decodificar grabaciones cerebrales en tiempo real, dijeron los investigadores.
Esto permite que la interfaz, que fue diseñada por investigadores de la Comisión de Energía Atómica de Francia (CEA), determine cómo el paciente quiere mover las piernas en cualquier momento.
Del pensamiento al movimiento
Los datos se transmiten al implante de médula espinal a través de un dispositivo portátil que cabe en un andador o en una mochila pequeña, lo que permite a los pacientes moverse sin la ayuda de otros.
Los dos implantes construyen lo que los investigadores llaman un "puente digital" para cruzar la desconexión entre la médula espinal y el cerebro que se creó durante el accidente de Gert-Jan. "Ahora puedo hacer lo que quiero: cuando decido dar un paso, la estimulación se activará tan pronto como lo piense", dijo.
Después de someterse a dos cirugías invasivas para implantar ambos dispositivos, "ha sido un largo viaje para llegar aquí", dijo en una conferencia de prensa en la ciudad suiza de Lausana. Pero entre otros cambios, ahora puede volver a pararse en un bar con amigos mientras toma una cerveza. "Este simple placer representa un cambio significativo en mi vida”, dijo en un comunicado.
Gregoire Courtine, neurocientífico de la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne de Suiza y coautor del estudio, dijo que era "radicalmente diferente" de lo que se había logrado antes. "Los pacientes anteriores caminaban con mucho esfuerzo, ahora solo hay que pensar en caminar para dar un paso", dijo en una conferencia de prensa en la ciudad suiza de Lausana.