La arena abunda a escala mundial, y a menudo se subestima su valor. No obstante, en algunas partes del mundo, como en Dubái y Singapur, hay escasez de arena en las obras de construcción, por lo que esta tiene que ser importada.

Para construir edificios y carreteras se requiere arena. El hormigón, material utilizado en la construcción, está compuesto por piedra, arena, agua y cemento. Por ejemplo, para construir un kilómetro de autopista se necesitan 216.000 toneladas de arena, grava y arenilla.

Necesitamos mucha más arena y grava

Se espera que la demanda de arena en el mundo siga aumentado. A medida que la población crece, se necesitarán más rutas, puentes, casas, aeropuertos, entre otros. El auge mundial de la construcción triplicó la demanda de la arena en las últimas dos décadas, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Aunque no hay cifras exactas, se estima que pronto se consumirán anualmente entre 30 y 50 mil millones de toneladas de arena y grava en todo el mundo.

Hay suficiente arena en la Tierra

"En Alemania, tenemos la suerte de tener yacimientos prácticamente interminables de arena y grava", dijo a DW Harald Elsner, del Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales (BGR). El experto cree que esos se agotarán dentro de miles de años.

Elsner añade que, en principio, no hay escasez de arena en el 90 por ciento de la superficie terrestre. "Hay algunos problemas en algunas regiones de África y Asia", dice el experto. Pero poco se sabe de la situación en China, que probablemente sea el mayor consumidor de arena y grava en el mundo. "La demanda de arena y grava está aumentando considerablemente", concluye Elsner,  "pero también es la materia prima que más abunda".

Escasez de arena en Alemania

El hecho de que no haya escasez de arena en los yacimientos alemanes no significa que no haya problemas de suministro. "Ya no es como antes”, dice Elsner, "hoy en día hay que esperar semanas para conseguir la cantidad necesaria de material".

La alta demanda ha tenido un gran impacto en los precios. Elsner cree que el precio de la arena y la grava aumentará entre un cinco y un diez por ciento al año. Pero, ¿por qué no se excava más en Alemania, teniendo en cuenta que los yacimientos son muy grandes?

La respuesta es simple: más del 99 por ciento de las áreas en donde se encuentra la arena y la grava se utilizan de manera diferente, explica Elsner. La razón de la falta de esos materiales es que no se puede excavar en las reservas naturales, en las áreas protegidas o en donde haya infraestructura.

Bajas tasas de interés

Además, las bajas tasas de interés a menudo se interponen en el camino de la explotación del material. Muchos agricultores consideran que no es buena idea vender sus tierras a las canteras. Prefieren esperar a que el valor de la tierra aumente para poder tener una ganancia mayor.

El director general del Grupo Industrial Alemán Vero, Raimo Benger, alega que no hay escasez de arena, sino "que hay escasez de permisos para extraer el material”, y añade que las estrictas regulaciones ambientales se interponen en el camino de los empresarios.

¿Promoviendo la protección de las especies?

El Grupo Vero ha enfatizado en múltiples ocasiones que durante la extracción de arena se crean nuevos biotopos, y luego esas áreas pueden ser reforestadas.

A pesar de que las canteras pueden crear un ambiente favorable para algunas especies raras, otras se verán afectadas, señala Christian Chwallek, de la Unión de Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad de Alemania (NABU).

Chwallek subraya que las áreas de excavación son cada vez más grandes, hasta de 100 hectáreas. Los seres humanos también se ven afectados: "Estas son literalmente heridas abiertas para las reservas de agua potable, porque las capas protectoras de roca se remueven durante la extracción”. A lo largo del río Rin hay muchas reservas de agua que están protegidas y permanecen limpias gracias a la arena y a la grava. Por ello, cree que esas áreas necesitan más protección.

"Estamos usando nuestros yacimientos de arena más rápido de lo que la naturaleza los puede producir”, dijo la subdirectora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Joyce Msuya.  También exigió que las excavaciones deben ser reguladas de mejor manera, sobre todo porque la demanda anual en el mundo aumentará en un 5,5 por ciento, según un estudio reciente de las Naciones Unidas.

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