"Por cierto, este año ha habido muchas películas de pervertidos: 'Leaving Neverland' —el documental sobre Michael Jackson—, 'Los dos papas'…".
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La cara de Jonathan Pryce, protagonista de la película de Netflix, fue la representación más certera de las reacciones provocadas por Ricky Gervais en su último monólogo como presentador de los Globos de Oro.
El creador de la comedia "The office" hizo chistes sobre la pederastia, el suicidio y se burló de Leonardo Dicaprio. "Asistió al estreno —de "Había una vez en Hollywood"— y al final, su cita era muy vieja para él. Incluso el príncipe Andrew dijo: 'Vamos , amigo ...ya tienes 50 años'".
"Es la última ocasión que seré el presentador de estos premios, así que ya no me importa. Bromeo, nunca me importó. Vamos a reírnos a costa suya. Recuerden, son solo chistes, todos nos vamos a morir pronto", se excusó el comediante.
Eso sí, la parte más mordaz de su discurso estuvo en el final, cuando deslizó la hipocresía de la industria de Hollywood.
"Apple entró a la televisión con 'The Morning Show', un gran drama sobre la importancia de la dignidad y hacer lo correcto, pero es hecho por una compañía que tiene fábricas en China donde explotan a los trabajadores. Dicen que les preocupan, pero las compañías para las que trabajan son Amazon, Apple, Disney... Si ISIS crea una plataforma de streaming, llamarían a su agente, ¿cierto?", apuntó Gervais.
Allí, el actor Tom Hanks hizo un gesto de incomodidad que se viralizó rápidamente en redes sociales.
"Así que si ganan un premio esta noche, no usen esto como una plataforma para hacer discursos políticos. No están en posición de aleccionar al público sobre nada. No saben nada sobre el mundo real. La mayoría de ustedes estuvieron menos tiempo en la escuela que Greta Thunberg. Así que si ganan, tomen el premio, agradezcan a su agente, a su Dios y lárguense de aquí", cerró el anfitrión.
