Ni más dragones ni enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Solo destrucción, desolación y brutalidad en Desembarco del Rey como escenario único del 8x05 de "Game of thrones".

Varys muerto por traidor; Euron Greyjoy y su Flota de Hierro que no opuso resistencia, al igual que la Compañía Dorada que solo amagó a transformarse en un factor decisivo para la batalla final. Todos indefensos ante una guerra que Daenerys Targaryen "solucionó" montando a Drogon que quemó todo como le dijo Missandei antes de ser ejecutada en el episodio anterior. 

Tyrion hizo lo posible para salvar la ciudad -incluso liberando a Jaime para que buscara la rendición de Cersei e iniciaran una nueva vida-, pero cuando sonaron las campanas de rendición era demasiado tarde.

La locura se apoderó de Daenerys, tal como pasara con su padre el Rey Loco, y junto a su ejército masacró a mujeres, niños y ancianos, sin importarle nada más que su venganza familiar.

El mismo Tyrion y Jon Snow se dieron cuenta aunque demasiado tarde, e intentaron salvar lo que pudieron con la culpa de haber hecho caso omiso a la sucesión de hechos que quebraron la voluntad de su reina como sinónimo de salvadora. 

Euron murió por la espada de Jaime; "La Montaña" mató a Qyburn cuando Cersei intentaba escapar y la ciudad se caía a pedazos; "El Perro" miró a los ojos a Arya y le dijo que si buscaba la venganza contra Cersei moriría ella allí también. Ese entramado juntó a los hermanos Clegane que se mataron entre ellos lanzándose al fuego.

Muerte por todo Desembarco del Rey, que reunió a Jaime y Cersei en el mismo lugar en el que se vieron por última vez, para morir aplastados por su reino y quedando enterrados juntos con la esperanza de haber escapado para ver crecer a su hijo.

Arya logró escapar de la destrucción, Tyrion y Jon se retrocedieron. Ahora la enemiga es Daenerys, responsable de poner su apellido Targaryen en un lugar incluso más aborrecible que el Lannister en la historia futura de Poniente.

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